viernes, 16 de diciembre de 2011

Un día contra mil.

Todos queremos ser felices, la vida del ser humano está rodeada de muchas vicisitudes, y si usted platica con cualquier persona en la calle y le pregunta qué desea, lo más seguro es que le diga paz y tranquilidad.

Estamos en la época del año en que todos reflexionamos. Reflexiones que van desde qué hacíamos cuando niños en éstas fechas hasta qué hemos hecho de nuestras vidas al día de hoy. Qué recibimos y que no recibimos, y qué es lo que hemos dado o dejado de dar. Uno de los escritores salmista, no sabemos si fue una época de navidad o no, pero llegó a la misma reflexión. Y su conclusión fue: "Mejor es UN día dentro de los atrios de Dios, que MIL fuera de allí" (Salmo 84:10). Cuando nosotros analizamos la paz y la tranquilidad que Dios nos proporciona, y en muchas ocasiones, a pesar del clima de problemas que nos cubre, entonces entendemos perfectamente éstas palabras. Es mejor que Dios nos cubra UN sólo día, que pasar MIL sin su aval. Los que hemos sido borrachos y parranderos, que habíamos vivido la vida en absoluto desorden, pero que hoy, por la misericordia de Dios le conocemos y caminamos con él... sabemos y podemos testificar que esa idea es verdadera.

No importa cuántos años hayamos pasado FUERA de sus atrios, pidámosle a Dios que tenga misericordia de nosotros HOY, y que HOY nos permita ser albergados en sus atrios. Meditemos.

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