viernes, 30 de diciembre de 2011

Cerradas y selladas... hasta el tiempo del fin.

Aunque nos parezca un poco increíble, sólo ha habido un hombre en el mundo a quien se le haya revelado todo el proceso del fin de los tiempos, aún y sin que éste hombre se lo haya pedido a Dios, y es más, sin que éste hombre haya sido como solemos decir en términos cristianos, un hombre de Dios.

Ese hombre se llamó Nabucodonosor, él recibió, según vemos en el libro de Daniel, TODO el paquete completo de cómo se realizarán los eventos de la humanidad hasta el final de los tiempos. Lo único, es que como Dios es soberano NO le dió la revelación necesaria para que lo entendiera. Pero, si usted estudia el libro de Daniel, luego lo compara con los libros y capítulos de Mateo 24; Marcos 13; y, Lucas 21, usted verá que son el preámbulo para poder estudiar el libro de Apocalipsis, y entonces entenderá el paquete completo del final de los tiempos. Alguien dirá: Pero eso es algo que está oculto. No, eso le dijeron a Daniel (libro de Daniel 12:9) porque NO era el tiempo de conocer toda la luz de esa revelación. Lo que le dijeron es "estaban cerradas y selladas HASTA el tiempo del fin", pero que en los tiempos del fin (tiempos que creemos se están viviendo según vemos cumplirse las profecías, y que, recalcamos NO es el fin del mundo sino el final de una era o dispensación, o etapa de la humanidad)sí sería descubierto ese secreto. Ahora bien, con respecto a dicha revelación, fue al apóstol Juan a quien Dios le dió no sólo la visión sino la interpretación completa del final de los tiempos y la segunda venida de Nuestro Señor Jesucristo, y lo que viene después.

Al ver nosotros, "lo que viene después", podemos comprobar que no es el fin del mundo, ni el fin de la humanidad lo que viene (dicho sea de paso, ese ejemplo lo vemos con lo que le sucedió a Noé). Pues viene el tiempo en que Jesús, el Cristo, no vendrá a morir sino a reinar. meditemos.

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