viernes, 30 de septiembre de 2011

¿Quién pecó, éste o sus padres?

Cada vez que a alguien le sucede algo, muchos nos preguntamos o nos decimos a nosotros mismos... ¡saber en que anda metido o qué falta cometió! Este pensamiento es muy común, especialmente dentro de las filas de las iglesias. Nos falta misericordia por eso pensamos así.

En cierta ocasión se presentó delante de Jesús un hombre ciego de nacimiento, y los primeros que cometieron el pecado de duda, de prejuicios, de ideas preconbidas fueron los propios discípulos, pues fueron ellos quienes preguntaron: "¿Señor, quién pecó, éste o sus padres?" (ver Juan 9:2). La respuesta de Jesús es una respuesta que debiera aliviar nuestros corazones, pues todos los días estamos expuestos a los mismos prejuicios e ideas preconcebidas de quienes nos rodean. Jesús dijo: "Ni éste, ni sus padres, ESTO sucede para que las obras de Dios se hagan manifiestas" (verso 3). No siempre que nos pasa algo es porque pecamos; la situación que vivimos o que viven algunos de los nuestros no necesariamente IMPLICA un pecado (puede ser, eso sí, que alguien esté padeciendo las consecuencias del mismo, pero no debiéramos pensar que es el patrón pues). Dios aplica misericordia aún al pecador, ¿cuál es la razón por la cual nosotros no lo podemos hacer, aún y cuando la persona implicada en la pena y la sosobra no lo haya hecho?

TODO, y esto es muy claro, TODO lo que nos sucede tiene un propósito de Dio;, que nosotros o la persona implicada no lo entienda hoy, NO significa que Dios no esté en el asunto. Meditemos.

jueves, 29 de septiembre de 2011

¿A qué habían de convertirse los judíos?

Ya se puso usted a meditar en que si los judíos tenían las 613 leyes que heredaron de Moisés; que si tenían los 10 mandamientos de la Ley de Dios dada a Moisés en el Monte Sinaí; que si tenían un sistema religoso que los guiára... ¿Por qué razón Dios envió a un Juan Bautista, a un Jesús, a doce apóstoles, y, a un Pablo a predicar "la salvación"?

Sencillamente porque estaba "prometido" que así sería. Que la ley funcionaría solamente "hasta que" viniera el Hijo de Dios a ser sacrificado. ¿No es acaso este el mensaje que nos deja la predica de los profetas cuando nos mencionan "un Nuevo Pacto"? Ese nuevo pacto que será grabado ya NO en piedras como los mandamientos, sino en el corazón de los hombres. ¿No nos habla acaso el libro de los Romanos acerca de que se nos ha dado un nuevo templo, un nuevo ministerio, un nuevo sacerdote, una nueva ley? ¿No nos hablan los evangelios y las epístolas de que se nos ha dado un verdadero Cordero de Dios, quien con cuyo sacrificio hizo PERFECTOS a los escogidos de Dios?

Por ello vemos que, cuando Juan Bautista, Jesús, los apóstoles y Pablo predicaban, NO METIAN MAS GENTE A LA SINAGOGA sino más bien los sacaban de ellas. Por eso fueron perseguidos. Hoy, muy pronto, veremos hombres de Dios predicando el verdadero evangelio de Jesucristo... que estarán haciendo lo mismo. Meditemos.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

La constitución del creyente.

Todos somos ciudadanos de alguna nación, eso nos hace tener que conocer las leyes, las normas, lo que la ley manda para cada una de ellas. Es necesario, aunque no seamos juristas, que sepamos qué es lo que nos está permitido hacer y qué no.

Lo mismo nos sucede cuando entramos al ambiente del pueblo de Dios, hemos de conocer qué es lo que se nos permite hacer en la vida, y qué es lo que a Dios le desagrada para no hacerlo. En la medida en que en una nación respetemos la leyes y las normas de esa nación, así será de tranquila nuestra vida. En lo espiritual también se cumple. En la medida que sepamos qué desea Dios de su pueblo, en esa medida lo vamos a agradar, estaremos en paz con los hombres, y por supuesto, las recompensas y los buenos resultados que Dios promete serán nuestros. Y alguien podría preguntar: ¿Cómo me entero de lo que Dios permite y no permite; de lo que Dios desea y de lo que no desea para su pueblo? Bueno, la respuesta está en buscar en la Biblia esos encaminamientos. Dejó escrito el Señor en la biblia lo siguiente: "Escudriñad las escrituras, porque allí, está la verdad".

Toda la escritura nos enseña qué desea Dios de nosotros, pero si alguien quiere encontrar un resumen de esas leyes y esas normas, definitivamente tiene que referirse al libro de los Romanos. En dicho libro encontramos todas las doctrnas del cristianismo, aunque sea la incipiente idea de la misma, otras explicadas, pero todas están allí. Quizás por ello, entre los estudiosos de la Palabra de Dios se conoce el libro de Romanos como: La Constitución del creyente. Meditemos.

martes, 27 de septiembre de 2011

Las muchas letras enloquecen.

Pablo, el gran apóstol de los gentiles. Luego de su conversión al cristianismo, en lugar de perseguir cristianos para matarlos, se dedica a convertir personas precisamente al cristianismo.

Estando en esos menesteres, es tomado prisionero porque los judíos religiosos se molestan con él, por el hecho de que les está vacieando las sinagogas, y, como éstas han llegado a ser el sustento material de ellos, la molestia es porque les está arruinando el "negocio". Así, vemos que en el libro de los Hechos de los Apóstoles, en el capítulo 26, habiéndo sido acusado ante el gobernador, Pablo presenta su defensa haciendo una pequeña recopilación de la historia, que como dijera Lucas en el principio de su evangelio:"En orden y de todo lo que ha sido ciertísimo entre nosotros, para que todos conozcan la verdad" (Lucas 1.1-4). Pablo en su defensa es tan elocuente y tan poco rebatible que Festo, le dice: "Pablo, basta, las muchas letras te vuelven loco" (Hachos 26:24).

En Pablo, esto no era cierto, pero lamentablemente el día de hoy sí que lo es en algunos casos. Existen líderes que son literalmente ratones de biblioteca, pero que tristemente desvirtúan los estudios y las muchas letras los enloquecen, iniciando así a predicar lo que NO es doctrina de Dios. Con razón Jesús advirtió como primer paso para reconocer los tiempos del fin: "MIRAD, QUE NADIE OS ENGAÑE" (Mateo 24:4). Meditemos.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Huellas.

Desde hace mucho tiempo alguien nos compartió una oración que circula en los medios de las iglesias, se llama "Huellas". Nos habla de la incapacidad de una persona para caminar sola, de la necesidad que tenemos todos los humanos de que Dios nos de la mano para caminar.

En el meollo de la oración dice más o menos así: "Señor, siempre has caminado conmigo, y he visto tus huellas a la par de las mías, pero ahora que tengo más penas, me has dejado sólo. Cuando vuelvo mis ojos miro sólo un par de huellas en la arena". Y la respuesta que Dios le da a ese corazón roto es por demás elocuente y significativa: "Hijo mío, NUNCA te he dejado, siempre he caminado a la par tuya; es más, ahora que has visto un sólo par de huellas en la arena, no son las tuyas sino son las mías, pues te he llevado cargado". Ahhhhh ¡qué oración tan significativa!, Dios NUNCA nos ha abandonado, lo que sucede es que como no lo vemos pensamos que caminamos solos. Y, como no le hablamos entonces no nos escucha y tampoco nos puede responder.

Hoy es el día en que podemos reconocer que ese único par de huellas que vemos, han sido las de Jesús llevándonos cargados. GRACIAS JESUS, GRACIAS PADRE, que NUNCA nos han abandonado, y GRACIAS ESPIRITU SANTO que siempre nos has guiado. Meditemos.

domingo, 25 de septiembre de 2011

No seas estrecha.

"Rogocíjate, OH ESTÉRIL, la que no daba a luz, levanta canción y da voces de júbilo, la que NUNCA estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová: Ensancha el sitio de tu tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas; no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas" (Isaías 54:1-2).

Antes de conocer al Señor, "todos" somos estériles. Llevamos vidas atariadas en todos los renglones de la existencia, pero el único producto y resultado de ello, son problemas y sin sabores. Pero, cuando llegamos a los pies de Cristo, esto cambia. Nos transformamos en voces de júbilo; en canciones de alegría; y nos gozamos la vida como nunca. ¿Por qué? Porque somos como mujeres que NUNCA estuvieron de parto por su esterilidad, pero que hoy estamos embarazadas. Las estériles se convierten en fructíferas madres... por su sola y absoluta misericordia. Es entonces cuando deseamos que todos reciban lo que nosotros estamos recibiendo, salimos y les contamos alegres a otros lo que el Señor está haciendo en nuestras vidas, lo que hace por y para los nuestros, simplemente, DAMOS VOCES DE JUBILO.

Eso mismo hacemos hoy, cuando años después de haber escrito nuestro primer mensaje en ésta ventana, estamos bendiciendo el nombre de Dios al abrir el tercer PAN Y PALABRA, pues los mensajes ya no nos caben en los anteriores. A EL SEA LA GLORIA Y LA HONRA, HOY Y SIEMPRE. "Ensancha el sitio de tu tienda... y no seas escasa". Meditemos.