miércoles, 14 de diciembre de 2011

¿Afligido y menesteroso?

¿Quién, por mucha posición social, mucha familia, mucho dinero, muchas amistades, mucho trabajo que tenga, no está necesitado de algo o de alguien?

El Rey David, con toda su corte, con toda su fama, con toda su fortuna, con todo y sus esposas y concubinas un día escribió, y casi seguro que con lágrimas no de sus ojos sino de su corazón: " Apresúrate, oh Dios, a SOCORRERME" (Salmo 70:1). Luego descubre un secreto que fue bueno para él, y que la posteridad a querido dejarnos para que nos sirva a nosotros también: "En tí, oh Jehová, me he REFUGIADO" (Salmo 71:1a). Y, esa acción de refugiarse en el Señor lo llevó luego a un tercer nivel: "Porque él (Dios) librará al menesteroso (necesitado) que clamare, y al afligido que no tuviere quien le socorra" (Salmo 72:12). Entonces la pregunta es: ¿Estamos afligidos y menesterosos?

Clamemos a Dios, que Dios sea nuestro REFUGIO, y pronto estaremos diciendo: Gracias Señor, porque SOLO TU, libras al afligido que clama y al menesteroso cuando NADIE lo socorre. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario