domingo, 11 de diciembre de 2011

La obligación que tenemos con los hijos.

Es increíble cómo nosotros los padres nos sacrificamos toda la vida porque los hijos tengan o lo mejor, o en su defecto, todo lo que nosotros no pudimos tener por una u otra circunstancia en la vida.

Sin embargo, en ocasiones no somos así en lo que al renglón espiritual se refiere, pensamos que lo espiritual es "cuestión de cada uno", que es una "prefencia personal", que es algo "en lo que no podemos ni debemos meternos", que "ellos decidan cuando sea su momento". ERROR. Delante de Dios los responsables de los hijos que trajimos al mundo SOMOS NOSOTROS, si es así en lo material y por ello nos sacrificamos para tenerlos en los mejores colegios, en las mejores universidades ¿cuánto más no va a ser así en lo espiritual? De la misma forma que no pretenderíamos que ellos por "cuestión personal", por "preferencia personal", "que no podríamos ni deberíamos meternos", o que "ellos decidieran en su momento" la forma y el lugar de educación material que quieran, de esa misma forma NO podemos dejarlos desprotegidos en lo espiritual.

El Salmo 44 y verso 1 nos declara: "Con nuestros oídos hemos oído, nuestros PADRES NOS HAN CONTADO, LA OBRA QUE HICISTE EN SUS DIAS, en los tiempos antiguos". Tenemos la obligación de guiár a nuestros hijos en lo espiritual, contándoles las maravillas que Dios hace en nosotros y para nosotros todos los días. No es solamente fruto de nuestro trabajo el bienestar que tenemos, es producto de la misericordia de Dios siempre. Meditemos.

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