viernes, 24 de agosto de 2012

¿Será la iglesia del Señor arrebatada?

Si hay algo que ha traído mucho pero mucho consuelo y esperanza al pueblo de Dios, es el hecho de que él ofreció venir por su iglesia. Ahora bien, el problema ha sido, y lo ha sido desde los primeros días de los apóstoles, que muchos líderes que no estudian la palabra sino tan sólo la leen, les han hecho creer a sus ovejas que el tiempo en que la iglesia va a ser arrebatada, es ANTES de cualquier sufrimiento.

Eso es mentira. El Señor NUNCA nos ofreció un evangelio de paz, poder, y prosperidad. Sí es cierto que ofreció todas esas virtudes o cualidades en la vida de los creyentes, pero no como un fín, y menos, como un fin inmediato a la confesión de una fe verdadera en él. En el reino de los cielos tendremos todo eso y más, pero mientras estemos en la caminata crisitana en ésta vida, hemos de padecer algunos problemitas. Y, en la medida que estemos conscientes de ello, será más soportable para nosotros éste camino. Lo que no sólo el Señor nos ofreció sino también Dios Padre, es el hecho de que estaríamos sostenidos en el hueco de su mano mientras tuviéramos esos problemas. Si no fuera así, entonces preguntamos ¿Por qué iba Dios a permitir que se escribiera el Salmo 50:15 que dice: "En el día de la ANGUSTIA, clama a mí, y yo te responderé"?. Por qué Dios iba a permitir que Pablo nos exhortara en Hechos 14:22 diciéndonos: "Es NECESARIO que a través de MUCHAS tribulaciones entremos en el reino de Dios". ¿Por qué Jesús mismo al hablarnos de los últimos tiempos nos iba a advertir? "Porque habrá en la tierra ANGUSTIA de las gentes, a causa del BRAMIDO del mar (el mar en Hermenéutica significa muchas gentes).

Uno de los consejos más impresionantes que Dios nos pudo dejar a los que vendríamos después de los tiempos de Cristo fue: Mirad que NADIE os ENGAÑE (Mateo 24:4; Marcos 13:5; y Lucas 21: 8) y, si nos lo escribieron 3 apóstoles, como que sí es importante. La iglesia de Jesucristo será arrebata, pero no antes de la Gran Tribulación, y mucho menos hoy. Meditemos.

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