jueves, 5 de enero de 2012

Velad.

Pocas son las conversaciones que en éstos días, especialmente ahora que iniciamos el 2012, no se encaminan acerca del fin del mundo. Lo hemos mencionado en otros mensajes y lo diremos nuevamente hoy... No es el tiempo, no se han cumplido ni los acontecimientos ni los propósitos de Dios para que sea el fin del mundo.

¿Entonces, qué es lo que podría suceder? Lo que está por acontecer, y no tiene por qué ser ahora en el 2012, es un cambio de dispensación como lo llama la escritura. ¿Qué es una dispensación? Es una etapa de la vida del hombre, en la cual Dios trata y juzga al hombre, según el cumplimiento o el incumplimiento de las leyes o normas que le haya impuesto, para ese período de tiempo o dispensación. Por ejemplo, nosotros ahora no podemos ser juzgados por las leyes de la dispensación de la "inocencia", pues esas fueron leyes para Adán y Eva. Terminada esa dispensación se acabaron los términos de vida para ese tiempo. Nosotros ahora vivimos la dispensación de la "gracia", bajo esas leyes tendremos que vivir y ser juzgados. Las señales "del fin, de ésta dispensación" sí ya las empezamos a ver, guerras, rumores de guerras; hambres, pestes, terremotos, calamidades, señales en los cielos, etc. Pero Jesucristo, cuando habló acerca de esas señales nos dejó dicho: ¡Que NADIE os engañe! (Mateo 24, Marcos 13, Lucas 21)porque aún es el fin del mundo. Luego dijo también: "Cuando veáis que éstos acontecimientos COMIENCEN a suceder, ERGUÍOS Y LEVANTAD VUESTRAS CABEZAS, porque vuestra redención está cercana" (Lucas 21).

Pero nos dejó otro consejo más: "De la hora y el día... NADIE sabe", entonces les aconsejo que VELEN. Sí, velar, estar atentos día a día, ese es el propósito de que iniciemos a ver las señales que Jesucristo nos dijera. Meditemos.

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