El que da al pobre no tendrá pobreza.

En una ocasión Jesús les dijo a sus discípulos una sentencia que muchos creyentes pasan por alto, y todo el mundo con mayor razón. "Pobres, SIEMPRE tendréis entre vosotros". Entre las personas que conocemos al Señor, eso, a veces se mira como una maldición pero lo que realmente es, es una sentencia.

¿Por qué o para qué dispuso Dios en su Plan Divino hacia la humanidad, dejar pobres para siempre? ¿Es la pobreza un castigo y una maldición? o es la pobreza ¿una sentencia? Cuando vemos que Dios emitió sus leyes para SU pueblo, vemos que la pobreza es una sentencia que viene derivada de varios factores, desobediencia en los ancestros; falta de iniciativa para trabajar; trabajo duro pero desorganizado, etc. pero el punto que queremos enfatizar hoy es el siguiente: Salomón nos escribe en Proverbios 28:27 éste concepto: "El que da al pobre no tendrá pobreza, mas el que aparta sus ojos tendrá muchas maldiciones". ESE es el punto por el cuál muchos tienen problemas y no han logrado entender el por qué. Se han olvidado de dar al pobre. Muchos dan regalos y hasta grandes regalos, pero se los dan a quien les puede devolver algo más grande o más oportuno. Dios lo que quiere es que le demos a AQUELLOS QUE NO PUEDEN DEVOLVERNOSLO, a los que realmente son necesitados.

Viudas, huérfanos, ancianos, desvalidos, indigentes... en la medida que nos olvidemos de ellos, así vendrán nuestros problemas: MAS EL QUE APARTA SUS OJOS TENDRA MUCHAS MALDICIONES. La pobreza NO es una maldición, es una sentencia; lo que sí es una MALDICION es apartar nuestros ojos de todas esas personas necesitadas. Y eso, compartir con el necesitado, es lo que hemos tratado de practicar y enseñar en Pan y Palabra desde hace 28 años. Meditemos.