miércoles, 11 de enero de 2012

Los hijos de Dios se casaron con las hijas de los hombres.

Dios siempre ha sido selectivo, el escoge a las personas no las personas lo escogemos a EL. El eligió a Adán y Eva para ponerlos dentro del Edén; El escogió a Abel sobre Caín; El escogió a Abraham sobre una nación idólatra como lo era Ur de los Caldeos (vea Josue 24:2); El escogió a Su propio Hijo en lugar de tomar un ángel o un ser humano común y corriente para el sacrificio de la redención; Dios eligió a Pablo por encima de cualquier humano para llevar el evangelio a los gentiles.

Adán fue hecho a imagen y semejanza de Dios (Génesis |:27); cuando Adán tenía 130 años engendró a un hijo a imagen y semejanza suya (que era la de Dios)(Génesis 5:3)al que llamó Set. Cuando Set tenía aproximadamente 869 años, le nació un nieto al cual llamaron Matusalén (quien dicho sea de paso es el humano que más años a vivido con 969); éste Matusalén sería el abuelo de Noé. Noé fue un hombre elegido por Dios, en cuyos días, los descendientes de Caín, asesino de su hermano Abel, también se habían multiplicado pero no eran a semejanza de Dios, por lo tanto eran gentes perversas pues no invocaban el nombre de Dios (Génesis 4:26), esas generaciones fueron las que llenaron el mundo de maldad, corrupción, e injusticias. Y sus hijas eran muy hermosas, entonces los hijos de Dios (hijos de Adán, Set, y Enós) se casaron con ellas y se pervirtieron.

Sólo Noé, nieto de Matusalén agradaba a Dios, pues mantenía a su familia bajo la cobertura de Dios, por ello, para el Diluvio fue la única familia que se salvó de morir. Esto es lo que Dios nos pide hoy, que no nos casemos en yugo desigual con las mujeres y hombres hermosos del mundo, sino con personas que sean a su imagen y semejanza, pues pronto viene un Diluvio. Meditemos.

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