Cuando Dios sacó a Israel de Egipto para llevarlo a la tierra prometida, Canaán, le mostró todos los males en que habían caído los moradores de esas tierras, y, le advirtió al pueblo de Israel: "No harás alianzas con los moradores de esas tierras".
¿Por qué les dijo eso Dios? Bueno, la respuesta está en los propósitos que Dios tenía para SU pueblo. Dios quería santificar a SU pueblo, y, las prácticas de heteos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, estaban exactamente en contra de la vida que debe llevar alguien que quiere santificarse. Ellos eran pueblos inmorales, déspotas, no tenían temor de Dios, vivían para comer, beber, y divertirse. Esos pueblos hacían todo lo que podían hacer fuera o no permitido por las leyes mínimas de la ética, la moral, y no digamos lo espiritual. Por eso la advertencia de Dios es para que al no hacerse socios con ellos, no se vieran obligados POR COMPROMISO, a participar de lo que para ellos era NORMAL, pero que para Dios NO es correcto. Esa es una lección que debemos tomar para nosotros hoy. Cuando la escritura nos dice: "No os unáis en yugo desigual" nos está diciendo: "No hagan alianzas con los moradores de aquellas tierras".
¿Por qué? Pues porque tarde o temprano, por COMPROMISO, tendremos que asistir a sus prácticas, tendremos que participar de sus desórdenes, y con eso, SEGURO, ofenderemos a Dios. Meditemos.
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