miércoles, 4 de enero de 2012

El justo sirve de guía a su prójimo.

¿Está usted en los caminos del Señor y alguien se le acerca para pedirle consejo, para pedirle su favor, para pedirle oración? Usted está siendo visto por esa persona como una persona justa.

Muchas personas creen y exigen que los que estamos en el camino del Señor NO PODEMOS COMETER ERRORES, en cuanto fallamos en algo somos señalados como hipócritas, como falsos, como personas que exigimos pero que no podemos cumplir. Si ciertamente no podemos vivir una doble vida quienes estamos en los caminos del cristianismo,y menos en algún tipo de liderazgo, también es cierto que NO somos perfectos. La palabra justo, es una palabra que en hebreo (sadyyq) significa: "justificado por Dios" como fue el caso de Noé en Génesis 6:9, en donde Dios mismo habla acerca de la rectitud de Noé. Y, en griego (dikaios) es una palabra que significa: "observar la ley" como fue el caso de José, cuando por cumplir con la ley iba a dejar a María por estar esperando antes de tiempo. El caso es que, si caminando con Dios, o, si usted prefiere, si haciendo la lucha por caminar con Dios llevamos una vida de austeridad, una vida diferente a la que otros llevan, es decir ordenanda, disciplinada, honrada, y con poco que tengan que señalarnos pues al fin y al cabo somos también humanos, es porque estamos en los caminos del justo.

Si alguien se nos acerca para pedir consejo, o nuestro apoyo, es porque en alguna medida ellos miran que estamos tratando de agradar a Dios. Eso, y tan sólo eso, nos hace justos delante de Dios y delante de los hombres, no porque ya hayamos alcanzado ningún nivel de perfección, de eso, debemos estar claros. Meditemos.

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