viernes, 14 de octubre de 2011

Y hubo lluvia por 40 días y 40 noches.

"Y hubo lluvia sobre la tierra (la palabra original aquí es "erets" que significa mundo, pues cuando se refiere a Israel físico dice: "erets israel"), por cuarenta días y cuarenta noches" (Génesis 7:12), en otras palabras el Diluvio sí fue universal.

Aquí en Guatemala hoy (14/10/2011) está terminando de pasar una "baja de presión atmosférica" que duró tres días, la cauda de esa baja de presión es: siete ríos se desbordaron arrasando puentes y carreteras; arrancó puentes en la costa sur y el alti plano; derribó casas; hizo que laderas completas se derrumbaran y destruyeran algunas aldeas lejanas a la capital; uno de los puertos más importantes (San José) lleva tres días con el agua hasta la cintura de una persona de talla normal; el recuento va por 15 personas muertas; los expertos calculan que con 185 millones de quetzales ($ 23 millones), "quizás" alcance para la resconstrucción. Para un pueblo con las limitaciones nuestras, es mucho dinero. Ahora bien, imagínese usted por un momento la destrucción que causarían cuarenta días y cuarenta noches lloviendo "copiosamente". La destrucción sería total, tal y como sucedió en los tiempos de Noé. Independientemente de la tragedia, la lección que quizás sea para aprender hoy, es el consejo que Dios le dió a Noé en sus días: "Entra al Arca, tú y tu casa" (Génesis 7:1).

Hoy no tenemos un Arca física, pero tenemos la congregación de los santos, la iglesia verdadera de Jesucristo, aquella que luego de tomar su cruz, le sigue. HOY, es el día en que tenemos que ponernos a resguardo de las inclemencias, no sólo del tiempo sino también espirituales, buscando a Dios entre quienes buscan a Dios, no sólo entre quienes lo mencionan. Meditemos.

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