"Pedid y recibiréis; llamad y se os abrirá; buscad y hallaréis" (Mateo 7:7). ¿Cuántas veces hemos repetido éstos pensamientos, pero no se han hecho realidad en nuestra vida todavía?.
Muchos creyentes, y lastimosamente, entre ellos no pocos líderes, hacen como vulgarmente decimos "la matadora" con quienes no reciben a pesar de estar pidiendo. Lo primero que les dicen es: "no estás pidiendo con fe", o si no, "primero, hay que ponerse a cuentas con el Señor hermano". Lo único que logran con eso es lastimar MÁS el corazón de la persona, pues, que tal si la situación es simplemente ¡que no es el tiempo todavía, para que la persona que está pidiendo, reciba! Es cierto, que tenemos que pedir con fe; es cierto que tenemos que estar a cuentas con Dios; pero, NO necesariamente esos son los motivos por los cuales no recibimos lo que pedimos. Quizás no "convenga" por el momento, la prueba es que muchos sí reciben pero no cuando lo piden sino tiempo después.
No nos desanimemos si estamos pidiendo algo y no lo hemos recibido, solamente aprendamos a esperar en el Señor, el tiene su tiempo para todo bajo el sol dijo Salomón. Quizás pronto llegará ese momento para nosotros, pero de algo sí tenemos que estar seguros: El es nuestro proveedor y no va a fallar. Meditemos.
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