martes, 31 de julio de 2012

Muchos, muchos, muchos... y entonces.

Cuando estudiamos los libros o los capítulos de la escritrua que nos hablan del fin de los tiempos (no confundir con lo que dice la gente... "el fin del mundo"; pues éste no vendrá sino hasta el final del milenio), observamos detalles que a simple vista se nos pasan desapercibidos pero que son importantes.

Por ejemplo, cuando Jesús en el capítulo 24 de Mateo les habla a cuatro de sus discípulos (ver Marcos 13:3), acerca de cuándo vendrá el final de los tiempos, les advierte que: Primero, tengan cuidado pues vendrá el enemigo y "engañará" a MUCHOS (ver verso 5), pero esto es tan sólo principio de dolores. Luego les dice: MUCHOS tropezarán debido a tribulaciones (ver versos 8 y 9). Anuncia que falsos profetas "engañarán" a MUCHOS (ver verso 11). Y que por haberse multiplicado la "maldad", el amor de MUCHOS se enfriará (ver verso 12). Este último verso incluye el hecho de que la maldad, la perversidad, el engaño, lo falso se incrustará incluso "dentro" de la congregación. ¿Por qué lo decimos? Pues porque el Proverbio 5:14 nos lo dice: "En CASI todo mal he estado, en la sociedad y DENTRO de la congregación". Pues bien, dijo Jesús que HASTA QUE no sucedieran éstos hechos "no vendría el fin" (vea el verso 14 de Mateo 24).

¿Cómo nos cuidamos de no caer en el engaño y lo falso? Pues no es averiguando qué es un engaño y algo falso sino simplemente teniendo relación con lo verdadero. Si continuamente estamos con Dios, que es verdadero; cuando se presente alguien en su nombre siendo falso, lo identificaremos de inmediato. Pues es lo que dijo Jesús que va a suceder... vendrán MUCHOS en mi nombre y a MUCHOS engañarán... Y, HASTA QUE muchos sean engaños, entonces vendrá el fin. Solamente conociendo lo verdadero, identificaremos lo falso. Meditemos.

lunes, 30 de julio de 2012

Soy cristiano. Y, te quiero mucho, son dos fráses muy fáciles de decir.

Hoy en día cualquier persona que uno encuentra en la calle se dice: Ser cristiano. Y, también es muy fácil encontrar a alguien que le diga a uno: Te quiero mucho. Pero, probar con hechos, ambas expresiones es muy pero muy difícil.

Decir te quiero mucho del diente al labio no cuesta nada, cuidar a alguien y suplirlo en todas las necesidades que uno pueda, es algo muy distinto; servir a alguien en todo lo que las fuerzas dan, también difiere mucho de tan sólo decir te quiero mucho. Cuando una persona ama algo, no lo abandona; cuando una persona ama a alguien o a algo, pasa mucho tiempo con ese alguien o con eso que ama. El decir te amo implica una pasión por alguien o por algo, no tan sólo palabras. De la misma manera hoy en día cualquier persona se dice ser cristiana ya sea, para abrirse campo en algún lado, o porque escucha que muchos lo están diciendo. Pero, ¿ya analizamos lo que los primeros que se llamaron cristianos hacían de corazón? Estamos dedicados a la oración, a la doctrina de los apóstoles, a compartir el pan, y, en la común unión de unos con otros como lo hacía la iglesia que Jesús fundó como lo vemos en Hechos 2:42. O, por el contrario estamos "jugando" a ser cristianos pero seguimos siendo los mismos de siempre, utilizando los medios del mundo para lograr nuestros fines. Ya no nos emborrachamos, pero somos bebedores sociales; ya no mentimos por costumbre sino sólo en ciertas ocasiones; somos uno en casa y otro delante de la congregación; el vecino, el hermano, nuestra pareja no saben exactamente qué somos o qué hacemos. Nuestros líderes no están enterados de nuestros más íntimos secretos y motivos. Estamos metidos en reuniones de hombres, de señoras, de jóvenes pero olvidamos la familia.

Decir te quiero mucho, va acompañado de toda nuestra entrega, de todo lo que podamos dar al otro con los recursos materiales y espirituales que dispongamos. Decir soy cristiano implica un poco más que ir a un servicio el día domingo. Decir te quiero y decir soy cristiano implica mucho más que la simple expresión de las frases. Esas actitudes se demuestran solamente con hechos, y con la aprobación de los cielos. Meditemos.

sábado, 28 de julio de 2012

Mil iglesias pero un sólo Dios.

Hay congregaciones que dicen ser una sóla iglesia, pero tienen mil dioses; el cristianismo tiene mil iglesias pero un sólo Dios. El cristianismo es monoteíste no politeísta, y cuando nosotros ponemos a alguien a la par de Dios, lo queremos hacer igual a Dios, y eso no le agrada a él.

Nuestra oración constante debe de ser que Dios abra nuestros corazones, no nuestro mente. Al abrir la mente, lo que hacermos es exponernos a cualquier doctrina. Y, las doctrinas verdaderas ya están establecidas por Dios. Nosotros podemos tener entendimiento de las doctrinas establecidas con sólo leer los sermones de Jesús, y el libro escrito a los creyentes en Roma. Jesús hizo un resumen de lo que Dios desea del hombre, y Pablo, al escribir a los creyentes en Roma dejó un compendio resumido de las doctrinas básicas que un creyente debe cumplir. Ahora bien, como lo prueba el hecho de que el ladrón de la cruz está en el paraiso sin haber nunca elevado un cántico, sin haber ido nunca a una reunión espiritual, sin haber dado nunca una ofrenda o un diezmo, sin haber sido fiel servidor en una congregación; la observación y el cumplimiento de los lineamientos que el Señor Jesús nos dejara son para alcanzar más de los galardones de Dios.

En otras palabras, nosotros no queremos conformarmos con estar por toda la eternidad en la puerta del cielo con quien fuera el ladrón de la cruz, nosotros queremos estar más cerca del trono de Dios por la eternidad, esa es la razón por la cuál queremos caminar más y mejor delante de él en ésta vida. Hay más galardones que la simple salvación, y nosotros los debiéramos de querer y anhelar como nos aconsejó el apóstol Pablo, pero eso lo logramos abriendo nuestro corazón no nuestra mente. Meditemos. 

viernes, 27 de julio de 2012

¿En dónde se reunía el que seguía a Jesús?

Hoy en día todos creemos que la iglesia está conformada por los grupos que se reunen cada domingo en los servicios, pero, ¿ya estudiamos en dónde se reunían las personas que siguieron a Jesús después de sus predicaciones?

El templo lo utilizaban los judíos para ira a orar y para ir a hacer la expiación de sus pecados, pero las enseñanzas las recibían en las sinagogas. Las sinagogas eran dirigidas por encargados que estaban al mando de los sacerdotes, esos sacerdotes y altos encargados de la ley que NO recibieron a Jesús cuando éste se presentó como el Hijo de Dios. Cada vez que Jesús predicaba, mucha gente le seguía, pero ya no podía seguir a Jesús y estar en la sinagoga, puesto que los que la dirigían no aceptaban a Jesús. Esto se ve muy claramente cuando Jesús sana a un ciego de nacimiento, veamos la historia resumida (Juan 9): Había un ciego de nacimiento al cuál Jesús encuentra; Jesús escupe en el suelo le toca los ojos y éste recupera la vista; los religiosos se enteran y lo entrevistan; él confiesa que fue un tal Jesús; llaman a los padres y éstos no saben nada; solamente responde a él pregúntenle ya tiene edad; ¿por qué los padres no responden? La respuesta nos la da la misma biblia en Juan 9:22: "Esto dijeron sus padres, porque tenían MIEDO de los judíos, por cuanto los judíos ya habían ACORDADO que si alguno CONFESASE que Jesús era el Mesías, fuera EXPULSADO de la SINAGOGA". Y, por si esto no fuera suficiente vemos en el verso 34 de éste mismo capítulo que el ciego es EXPULSADO de la sinagoga, por reconocer que Jesús era el Mesías.

Jesús no metía gente a la sinagoga, más bien la sacaba. Jesús fundó un iglesia que se reunía en CASAS (1era. Cor. 16:19, Aquila y Priscila; ). La iglesia primitiva se fundó en CASAS (Hechos 2:42); el aposento alto era una CASA (Hechos 1:3). Como lo podemos ver, TODA la iglesia primitiva no se fundó para que se realizara alrededor de las sinagogas ni del templo, sino, preguntamos ¿Por qué razón Dios había de permitir que éste fuera destruido, si iba a ser tan necesario o tan importante? ¿Por qué los que dirigían las sinagogas NUNCA aceptaron ni estuvieron de acuerdo con Cristo? Mas bien los hechos nos dan evidencia que Dios lo que quería era lo contrario, que no IDOLATRARAMOS ni las sinagogas ni el templo, porque el templo son las personas y no las paredes. Meditemos.

jueves, 26 de julio de 2012

Los Apóstoles de verdad y los de mentira.

Después de Jesucristo las figuras más importantes en la iglesia primitiva fueron los apóstoles, no fue ni siquiera el Suma Sacerdote, ni los principales sacerdotes, ni los ancianos, ni el concilio de la iglesia, sino que fueron los apóstoles.

El apóstol y el apostolado fueron y son tan importantes que vemos aún hoy en día como muchos desean ser reconocidos como apóstoles, hasta los que ya son pastores quieren ser vistos como apóstoles. Pero para ser apóstol hay que cumplir con ciertos requisitos. ¿Los cumple aquél que conocemos que se hace llamar apóstol?  Si los cumple es un apóstol de verdad, pero si no los cumple entonces es un embustero y debiéramos tener cuidado con él. Paso uno: "Los apóstoles fueron elegidos por Jesús, no fueron ellos quienes eligieron ser apóstoles" (vea Marcos 3:1-2). En otras palabras, el apostol tiene que tener un "llamamiento", no puede "autonombrarse" apóstol. Punto dos: El apóstol está a la misma altura que estuvieron los sacerdotes en el Antiguo Testamento, y en el libro de Números en el capítulo 18 y verso 20 leemos: "De la tierra del pueblo no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte, porque YO soy tu parte y tu heredad". ¿Qué significa esto?  Pues simplemente que ninguno que sea realmente apóstol puede tener bienes de éste mundo a su nombre, de lo contrario desmiente a Dios. Punto tres: Si alguien debe de ser un ejemplo de virtudes y sobre todo en el cumplimiento de las normas establecidas por Dios, suponemos que ese es el apóstol. Y, en Proverbios 23:23 leemos: COMPRA la verdad y NO LA VENDAS".

Si aquél que se hace llamar "apóstol" vive ostentosamente del evangelio, entonces ¡Cuidado con él!  Es un COMERCIANTE dentro de la iglesia, de aquellos que Jesús echó del templo. Es un farsante, es un embustero, es un mentiroso, y un aprovechado. No importa que tantas verdades de la palabra de Dios predique, ni que tan bonitas y adornadas las diga. ES UN FARSANTE. Meditemos. 


miércoles, 25 de julio de 2012

Mirad que nadie os engañe.

Cuando leemos la esritura solamente encontramos pensamientos que nos pueden dar una guía de vida, pero cuando la estudiamos le vamos encontrando el mapa que Dios trazó no solamente en la vida de un personaje, sino en la de su congregación, o/y en la personal de cada uno.

Si solamente leemos encontramos datos, pero cuando estudiamos entendemos mucho más. Ese es el caso por ejemplo de cuando vemos en Mateo 24 cómo Jesús les habla a 4 de sus discípulos (verlo en Marcos 13), de cuándo será el fin de los tiempos y cómo será. En Mateo 24 vemos el orden de los eventos, pero en Mateo 26 nos damos cuenta que cuando Jesús habló de éste tema faltaban 2 días para la Pascua y 6 para su muerte, por lo tanto, Pascua que habría de ser la última en la que él estaría, de las 4 en que estuvo cuando vivió físicamente sobre la tierra (esto lo vemos en el libro de Juan). Pero ¿por qué es tan importante que veamos o entendamos que Jesús estaba hablando por esos días? Pues simplemente porque Jesús estaba viviendo sus últimas horas. Y, está probado científicamente que cuando un hombre llega al final de sus días, dice o hace lo que para él era o fue lo más imporante de su vida. Allí, en los últimos momentos de una persona que "sabe" que va a morir, enfoca todas sus fuerzas. Y Jesús, no fue la excepción. Cuando sus discípulos le preguntaron cuándo o cómo sería el fin de los tiempos, Jesús no vaciló sino habló inmediatamente.

Y lo primero que les dijo fue: "Mirad que NADIE os ENGAÑE (Mateo 24:4). ¿Cómo se hace para que nadie lo engañe a uno? Pues nadie lo engaña a uno, cuando uno conoce la verdad o lo que es verdadero. Si continuamente buscamos a Dios para conocer su voz, para conocer su carácter, para conocer su palabra. Cuando oigámos otro Dios, cuando encontremos otro carácter, cuando escuchemos otra voz, sabremos que NO es nuestro Dios quien nos está hablando. Meditemos.

martes, 24 de julio de 2012

Y el que se casa con la repudiada, adultera.

El pecado que más aborrece Dios es el adulterio, hubo ocasiones en que la idolatría la comparó con el adulterio pues ambas son sinónimo de infidelidad. Si nosotros tenemos una mujer u hombre (ajenos) que no nos corresponda (según el género por supuesto), entonces pecamos de adulterio si somos casados; o de fornicación si fuéramos solteros (hablamos de las relaciones prematrimoniales entre novios).

En una discusión que tubo Jesús con gentes de malas intenciones en el corazón (religiosos) les dijo: "Cualquiera que repudia (divorcia) a su mujer SALVO POR CAUSA DE FORNICACION, y se casa con otra adultera; y el que se casa con la REPUDIADA, adultera" (Mateo 19:9). Solamente hay una "causa", solamamente hay una "situación", solamente hay un "pecado" por el que un hombre puede expulsar a su mujer de la casa, o una mujer puede expulsar al hombre de su casa, y ésto es, si ellos "adulteran". Y, la persona que "comete el adulterio" no puede volver a casarse, pues de lo contrario cometería otro pecado y estaría llevando a la persona que se casa con ella a pecar también. La única persona que puede volver a casarse en un caso de adulterio, es la OFENDIDA, o sea la pareja que no pecó o participó en el adulterio. El "inocente" en una situación así, tiene todo el derecho del mundo y la bendición de Dios de volverse a casar, pues no fue ella la que falló en el matrimonio sino la otra persona.

Cualquier persona limpia de pecado (por supuesto) puede acceder a casarse con la persona "ofendida", pero "repetimos", quien pecó no, y el o la que se casa con quien pecó también es arrastrada por el pecado de éste o de ésta, eso es lo que Jesús mismo nos está diciendo en ésta porción de la escritura. Y, como sólo la muerte puede romper el matrimonio, si alguien pecó en adulterio y se volvió a casar, solamente la muerte de quien fuera su ex-pareja, lo libra de su pecado a él y a su nueva pareja. Oremos porque Dios nos guarde de una situación así. Meditemos.


lunes, 23 de julio de 2012

Al pie del Sinaí.

"Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus enemigos" (Exodo 32:25). ¿Por qué Moisés no estaba con el pueblo? ¿Cuál fué el desenfreno al que se sometió el pueblo de Israel? ¿Por qué lo hicieron?

La historia completa es ésta: Dios había sacado al pueblo de Israel de la "esclavitud" en Egipto, haciendo milagros grandiosos; lo había llevado por dos o tres lugares en el desierto en donde ya había hecho más milagros; habían transucurrido aproximadamente tres meses desde su salida cuando llegaron al pie del Monte Sinaí, también llamado Monte Horeb. Allí, Dios le dice a Moisés que suba al Monte y que deje al pueblo en la meseta del pie, es esa la razón por la cuál el "lider" no estaba. Lección uno: Un líder debe alejarse de su congregación solamente por estar en la presencia de Dios, en la búsqueda de Dios, en los consejos de Dios. Luego que Moisés sube al monte, el pueblo necesitado de tener un Dios palpable (ésta es la razón del desenfreno) "convence" a Aarón, el Suma Sacerdote, a que les permite hacer un ídolo, un "dios visible", y éste lo avala por la necesidad que ve. Lección dos: Dios no es un Dios que se mueva por las necesidades, si fuera así, no habría gente pobre y necesitada económicamente sobre la faz de la tierra. Jesús dijo: que Dios se mueve solamente para que "su nombre sea glorificado" (lea la sanación del ciego de nacimiento). Entre el monte en donde estaba Dios y la meseta en donde hicieron un ídolo no había mucha distancia. Lección tres: siempre estamos más cerca de Dios de lo que pensamos, lo que sucede es que por la falta de fe, necesitamos ver y tocar a Dios para saber que allí está él, pero lastimosamente nadie nos ha dicho que eso no le agradal, por ello es que nunca nadie lo vió o lo tocó, ni Moisés.

Dios desea que tengamos una comunión espiritual diaria con él en el espíritu... "ni en éste monte, ni en Jesuralén, sino en todo lugar, en espíritu y verdad"... fueron las palabras de Jesús a la samaritana, cuando le explicó en dónde se adora a Dios. De lo contrario haremos lo mismo que los israelitas hicieron en el desierto, haremos a Dios vergüenza entre sus enemigos. Meditemos.

sábado, 21 de julio de 2012

Engendrados por Dios, no por la carne.

Habemos muchos en el mundo que hoy en día nos decimos ser creyentes, nos decimos ser cristianos porque seguimos a Cristo, pero realmente la forma en que vivimos está muy lejos de reflejar lo que la vida de un creyente significa para Dios.

Quizás hemos entrado a la congregación por la emoción de que muchos de nuestros amigos o parientes están allí, y por consiguiente nos han llevado; quizás entramos en un momento de pena extrema, de angustia profunda, de necesidad inminente. El hecho es que, estando dentro, nos hace falta mucho en carácter, en virtudes, en dones, en testimonios para poder demostrar el por qué estamos dentro. Quizás si hacemos una pequeña reflexión podremos aliviar en algo esa carga. El libro de Efesios nos muestra (1:5) que los que estamos en Cristo, no lo estamos porque seamos muy buenos, muy inteligentes, muy dedicados, o menos aún, muy santos. Este libro y éste versículo nos muestra que "hemos sido seleccionados por Dios", la palabra utilizada para "predestinados" (proorizo) significa: "determinado con anterioridad; ordenado; señalado de antemano entre otros". En el libro de Génesis se nos muestra (12:7) que somos "descendencia" (zera) de Abraham (el seleccionado por Dios) siendo sus significados: "semilla, origen, pero también significa semen". En el libro de Juan se nos dice (1:13), que hemos sido "engendrados" (genao) por Dios y no por carne de hombre, el significado de ésta palabra es: "nacidos, y metafóricamente la utilizaban en los primeros siglos como: hechos hijos de Dios por Cristo".

Finalmente, vemos a Cristo orando antes de su muerte (en el libro de Juan 17:9) y dice al Padre: "Yo ruego por ellos, NO ruego por el MUNDO, sino por los que me diste, porque tuyos son". ¿Quiénes son ellos, por los que está rogando? Dice el verso 20: "No ruego solamente por éstos (los discípulos) sino por los que han de creer (nosotros) en mí, por la palabra de ellos". ENTENDAMOS, ser un cristiano, ser un creyente NO ES UNA MODA, ES UN PRIVILEGIO, y por lo tanto hemos de honrarlo, pues hemos sido engendrados directamente por Dios, no por carne humana. Meditemos.

viernes, 20 de julio de 2012

Los padres en la casa.

Recibiendo un curso de estudios en el Instituto Bíblico, el maestro que nos está enseñando acerca del evangelio de San Juan, nos explicaba el origen de las "maras" o pandillas de delincuentes. En estadísticas que se mantienen muy al día, está plenamente comprobado que las maras nacieron a raíz del abandono de los padres hacia los hijos, del mal ejemplo que éstos dieron, y de la separación o divorcio de los mismos.

Un niño no necesita tener el mejor padre del mundo, o la madre más ejemplar del mundo, lo que necesita es el calor del hogar, tener una guía de lo que Dios ha establecido como un hogar, y que alguien lo instruya en los caminos de la educación básica y lo espiritual. Cuando nosotros éramos pequeños nos decían abuelos, padres, maestros, y guías espirituales: "Arbol que crece torcido, jamás se endereza". Pero ¿de quién es la culpa que el árbol crezca torcido? Pues de quien lo sembró y de quien se suponía tenía que cuidarlo. Si nosotros tenemos mañana un hijo delincuente, un hijo rebelde, un hijo que no quiere saber nada de Dios... NO NOS QUEJEMOS, es porque como padres estuvimos en calidad de muebles en casa pero no de padres. La culpa no va a ser de esa criatura que hoy es inocente, será solamente nuestra. El árbol (niño) no se sembró solo, NOSOTROS lo sembramos. La palabra de Dios dice: "Instruye al niño en su camino... y aún cuando fuere viejo, no se apartará de él".

No creamos que porque pagamos un colegio caro, ya cumplimos. No creamos que porque en la despensa no falta nada, ya cumplimos. No creamos que porque vamos a los eventos deportivos con ellos, ya cumplimos. Tenemos que compartir con ellos la palabra de Dios, intruírlos en sus estatutos, enseñarles con el ejemplo y con la palabra, instarlos a que busquen a Dios en todo y para todo. De lo contrario no hablemos de injusticias el día de mañana, pues la primera la estamos cometiendo nosotros. Meditemos.

jueves, 19 de julio de 2012

Los ancianos en la iglesia.

Como vimos ayer, un grupo de ancianos sabios, bien preparados, con una buena experiencia no sólo en su conocimiento sino también en sus labores durante toda la vida, es lo que ha sacado adelante a quienes gobiernan en lo material. Y eso, es lo que también necesita la iglesia ahora más que nunca.

Hace dos mil años que Cristo vino por primera vez y de él se dijo: "A los suyos vino, pero los suyos no le recibieron", ésto, refiriéndose a que el propio pueblo de Israel no le recibió completo. Y ¿cuál fue la razón por la cual no fue recibido por su pueblo? Porque los ancianos que gobernaban la iglesia no eran buenos, conocían las escrituras pero no tenían una relación íntima con Dios. Estaban en puestos de eminencia pero no los estaban ejerciendo bajo la unción del Espíritu Santo, sino para apacentarse a sí mismos como dijo Dios en Ezequiel 34. Los que creemos en Cristo de todo corazón, que estamos luchando por conocerlo más, y que anhelamos su segundo venida, estamos viendo con profundo dolor que muchos de los ancianos que hoy están gobernando la iglesia SE ESTAN APACENTANDO A SI MISMOS, pero no están apacentando a las ovejas. Disfrutan de la grosura de las ovejas, pero no las cuidan. Viven de las ovejas y no para las ovejas. ¿Qué harán o cuál será su reacción o actitud cuando el Señor venga? Lo más seguro es que harán lo que hicieron hace dos mil años los ancianos gobernantes NEGARAN a aquél que viene a quitarles sus privilegios. Lo negarán otra vez, pues no estarán dispuestos a ceder sus puestos como lo hiciera Juan el Bautista (quien dijo: es necesario que yo mengue, para que él crezca), y como no supieron o no pudieron hacerlo los fariseos y los religiosos.

Solamente aquellos líderes, aquellos pastores, aquellos ancianos, que están postrados a los pies de Cristo; que están cuidando a las ovejas sabiendo que son las ovejas del Señor y no las propias; aquellos líderes que saben que no está en éste mundo el reino del Señor y que no se han dedicado a "disfrutar" los bienes materiales sino están preocupados por el alma de las ovejas, serán aquellos que harán el papel de Juan el Bautista, de José de Arimatea, de Nicodemo, que estando en autoridad se rendirán ante el Rey de Reyes. Meditemos. 

miércoles, 18 de julio de 2012

La responsabilidad de un anciano.

En todas las culturas y desde la antiguedad, si algún grupo de personas ha sido importante, ha sido influyente, y ha sido decisivo han sido los ancianos. Ninguno de los siete imperios que ha gobernado el mundo en su momento, ha dejado de tener un grupo de ancianos que asesore a sus gobernantes. Es más, cuando el grupo que asesora a los gobernantes no ha sido de ancianos, han habido fracasos como en el gobierno de Salomón en Israel.

Quien da la cara al mundo es una sola persona, sea éste el presidente, el primer ministro, el jefe de estado, etc. pero quienes realmente gobiernan son el grupo de ancianos que éste personaje tenga a sus espaldas. Ahora bien, ésto nos lleva al punto que queremos enfocar el dia de hoy. Por ello, cada gobernante se asegura que el consejo de ancianos que lo asesore sea de lo mejor, de los más experimentado que se pueda. Sin el consejo de los ancianos sabios quienes vienen detrás estarán condenados a cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado. Y, si ésta premisa es importante en lo material ¿ya nos pusimos a pensar lo que implica en lo espiritual?  Es tan importante, que sin un buen grupo de ancianos sabios espirituales en cada gobierno, tomamos el camino que estamos tomando el mundo. Hay una porción bíblica que refleja éste pensamiento: "Si se HUMILLARE MI PUEBLO, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; ENTONCES yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra" (2da. de Crónicas 7:14).

Nótese bien que dice: "Si se humillare MI pueblo", no está diciendo que si se humillare UN pueblo. ¿Qué significa ésto? Que el pueblo que tiene que "humillarse" para que haya bendición en una nación "somos" los creyentes; y "somos" los creyentes los que tenemos que invocar su nombre; y "somos" los creyentes los que tenemos que buscar su rostro; y "somos" los creyentes los que tenemos que convertirnos de nuestros malos caminos; y, ENTONCES, "nuestra tierra" la de los que "somos" será sanada. Contrario a lo que nos han enseñado Dios NO está esperando que se humillen los impíos para bendecir a una nación. Meditemos.

martes, 17 de julio de 2012

Aprovechando bien el tiempo...

Hay universidades en donde si su promedio baja de cierto porcentaje, no se trata de que en el próximo intento lo suba sino simplemente usted tiene que abandonar dicha universidad, ¿por qué?  Porque ellos buscan la excelencia. Ciertamente si usted llega con un título de esa universidad a cualquier parte del mundo, las puertas se le abren como a ninguna persona.

Lastimosamente, en lo material ponemos más atención que en lo espiritual. Muchas personas buscamos la excelencia en lo académico, en lo económico, en lo deportivo, etc. pero en lo que a lo espiritual se refiere, simplemente no le damos importancia o nos conformamos con ser parte del grupo. El apóstol Pablo en la epístola que escribiera a los creyentes en Efeso, les exhorta diciendo: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, APROVECHANDO EL TIEMPO, porque los días son malos" (Efesios 5:16). Imagínese usted que Pablo hablaba de "días malos" hace dos mil años, cuando recién el Mesías acababa de estar sobre la faz de la tierra. ¿Qué expresión utilizaría hoy, Pablo, para exhortanos a nosotros cuando los gobiernos son llevados al límite de la corrupción; cuando el rico más que nunca oprime al pobre; cuando ya nadie se conforma con su salario; cuando la maldad está en grados de expresión que nunca se habían visto, o al menos, no con el descaro que actualmente se ve.

Para poder "guardarnos" o para poder "aprovechar" el tiempo, hoy, que los días son tan malos, solamente podemos pensar en meternos con Dios en serio; buscar a Dios constantemente; consultar con Dios cada paso que damos y cada plan que tenemos, de lo contrario el mundo nos arrastrará con él, y cuando el Señor venga, nos encontrará no sólo mezclados con el mundo sino quizás siendo ya, parte de él. Meditemos.

lunes, 16 de julio de 2012

Los preparativos.

El lunes, se cortó la grama; el martes, se arregló el jardín; el miércoles, se pintaron las bases de las columnas y los pilares que sostienen el techo; el jueves, se prepararon las mesas, las sillas, y todos los utencilios de comida; el viernes, se lavó todo para que estuviera presentable el salón; el sábado se compró y se prepará parte de la comida; y para el domingo, se cocinó el resto. ¿Por qué o para qué? Porque era la celebración del cumpleaños de uno de los nietos.

Todo se hizo con tiempo, todo se prepará con dedicación, ¿por qué?, por el amor a un nieto, por amor a un hijo. Ahora bien, ya se puso usted a pensar el tiempo que lleva de preparación una boda. Pues lleva más tiempo por supuesto. Y la boda del Cordero de Dios, aún no ha sido, está en preparación. Por ello es que uno en ocasiones siente que el Señor se está tardando en venir por segunda vez. Sus palabras fueron: Me voy a prepararles una morada, pero vengo pronto". De ese día para acá han pasado dos mil años y nosotros quisiéramos que ya viniera. Pero porque conocemos que, aún y con nuestros grandes defectos, aún y con nuestras grandes debilidades lo tenemos a él en el corazón, le buscamos día a día, y eso nos hace ser parte de esa boda. Pero hemos de entender que muchos aún faltan por entrar, que la boda está en proceso, que el novio ya está listo pero la novia no. Todo saldrá perfecto, el jardín donde será la boda está siendo embellecido; se está pintando el contorno; las mesas y todo el mobiliario se está poniendo en su lugar; se está limpiando todo; y los alimentos están siendo preparados... pero aún no ha llegado el día.

Dice el libro a los creyentes en  Roma: "Porque no quiero, hermanos, que IGNOREIS ESTE MISTERIO... que hasta que haya entrado LA PLENITUD de los gentiles... vendrá de Sión el LIBERTADOR (entiéndase por libertador aquí, el novio, Romanos 11:25-26). La boda del Cordero está por venir ¿nos estamos preparando con tiempo? Meditemos.

sábado, 14 de julio de 2012

Juan y dos de sus discípulos.

Nos narra el libro de Juan, el apóstol, que un día andaba Juan el Bautista con dos de sus discípulos (Juan 1:35) y vieron pasar a Jesús, y Juan el Bautista dijo: "He aquí el Cordero de Dios". Y nos narra también que éstos dos discípulos oyeron hablar a Jesús, y le siguieron (Juan 1.36).

¿Qué fué lo que hizo Juan cuando sus dos discípulos se le fueron? ¿Inició a hablar mal de Jesús? ¿Le dijo a todo el mundo que Andrés y el otro discípulo eran unos traidores? ¿Les echó en manos de satanás porque se fueron? NO. Simplemente los dedjó ir. Porque Juan el Bautista sabía que él era solamente un "instrumento" en las manos de Dios, que no era el propietario de las ovejas ni mucho menos el Ungido de Dios. ¿A qué viene éste comentario o éste escenario? A que muchas ovejas conocen al Señor en una congregación, en una casa de oración, o en un grupo determinado, pero al cabo de algunos meses, años o por cirscustancias "válidas" se retiran de esa congregación, y lamentablemente, el líder, el grupo de ancianos, o las ovejas mismas desmerecen la calidad de vida de la oveja que se va, porque se creen "propietarias" de esa oveja. Se sienten con derechos sobre esa vida, no entendiendo que fueron tan sólo instrumentos en las manos del verdadero propietario de esa vida espiritual.

Si a usted lo miran de menos, han hablado oprobios suyos porque se retiró de alguna congregación por razones justas, no se sienta mal. Juan el Bautista, un verdadero hombre de Dios dijo ante ésta situación: "Es necesario que yo mengue, para que él crezca" (Juan 3:30). Si el que fue su líder, los que fueron sus ancianos no se expresan así de usted, entonces no es usted quien anda mal. Meditemos.

viernes, 13 de julio de 2012

La simulación.

Simular quiere decir: aparentar lo que no es o lo que no se es. Muchas personas hoy en día, gracias a que la iglesia se ha vuelto un artículo de moda, están "simulando" que son creyentes. Pero viene un tiempo dentro de pocos días, en el que tanto nuestro pensamiento interno como la realidad de nuestro diario vivir será expuesta a todo el mundo. Viene un tiempo de tal tribulación (palabras de Jesús y no nuestras) como no lo ha habido NUNCA desde que el hombre está sobre la faz de la tierra, que desnudará el ser interior que llevamos dentro.

Pablo, guiado por el Espíritu Santo escribió lo siguiente: "Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, por su hipocrecía, pues cuando estaba con los gentiles y vinieron algunos de parte de Jacobo, se retraía... y en su SIMULACION participaba también con los judíos; de manera también que aún Bernabé fue arrastrado por esa HIPOCRECIA" (Gálatas 2:11-13). Pedro, el famoso Pedro que tanta fe y tanta polémica a causado en medio de los siglos, no sólo negó a Jesús sino tambien actuaba hipócritamente después de la ascención del Señor. Fue Pablo (quien dicho sea de paso no fue uno de los 12 discípulos) quien tuvo que someterlo al orden. ¿Por qué? Porque Pedrito, estaba "simulando" ser creyente, pero cuando le convenía entonces "simulaba" que no lo era. Ahora bien, no es el objeto de éste mensaje desnudar a Pedro, sino desnudarnos a nosotros mismos. ¿Estamos siendo unos Pedros nosotros? ¿Estamos actuando impíamente con los impíos para no perder nuestro lugar? ¿Estamos simulando ser creyentes perfectos en la congregación, a pesar de que afuera somos otra persona?

La única forma de ser auténtico y de no vivir una vida "simulando" que somos creyentes, es estar todos los días en la presencia de Dios. Sólo estando expuestos a su santidad seremos llamados a ser santos; sólo estando expuestos a su verdad, seremos personas guiádas a vivir una vida auténtica; la simulación es como la mentira, cuando venga el tiempo oportuno, ésta no relucirá y seremos avergonzados. Meditemos. 

jueves, 12 de julio de 2012

El misterio de los siglos.

Imagínese el impacto de las siguientes noticias en los diarios: "Extra, extra... se resolvió el misterio del crimen de JFK"; o la siguiente: "Se descubre el gran secreto de las logias masónicas"; o "Sale a luz quienes son realmente los responsables de la crisis económica mundial".

Tengamos la seguridad de que esas ediciones de los diarios se venderían no sólo completas sino en tiempo record. Ahora bien, imagínese usted por otro lado que esas noticias no estuvieran al alcance de todos sino sólo de unos cuántos. Definitivamente que esos cuántos se sentirían super especiales de conocer un secreto que por muchos años a removido la curiosidad y el ansia de otros tantos. Pues Dios también tiene secretos, y también tiene revelaciones para quienes él ama. Nos narra el libro de Colosenses en el capítulo 1 y versos 26 y 27 que: "Dios ha tenido "oculto" un misterio desde los siglos y edades, pero que "ahora" ha sido manisfestado pero no a todo el mundo, sino "solamente" a sus santos", es decir, a aquellos que le seguimos. Estos que "hemos llegado a conocer el secreto", lo conocemos porque él quiso darnos a conocer las riquezas de su gloria entre las cuales está éste secreto, y el secreto es que: "Cristo en nosotros, es la esperanza de la gloria". ¿Qué significa esa frase? Pues que todo aquél que acepte a Cristo en su corazón, tiene entrada al cielo, a la gloria de Dios. Tiene la esperanza de entrar al reino de los cielos algún día. Esto, claro, implica que quien conoce a Cristo sinceramente, quien lo recibe de verdad cambia su sistema de vida antiguo para vivir de allí en adelante como le agrada a Dios.

Luego de recibir a Cristo en nuestro corazón el único requisito para "recibir" la esperanza de la gloria de Dios, es vivir según sus leyes, según sus mandamientos, según sus ordenanzas. Y entonces no sólo conoceremos el secreto, sino seremos parte de él. Meditemos. 

miércoles, 11 de julio de 2012

Dios es una persona.

Dice el libro a los Corintios que: "Dios y la palabra de la cruz de Cristo son locura para los que no creen, pero poder de Dios para los que somos salvos" (1era. Corintios 1:18). Para el impío, Dios es un mito, es una excusa, es una ilusión del creyente, es como un amuleto. No se dan cuenta que más amuleto es creer en la suerte, en la coincidencia, en la casualidad, en el horóscopo de los adivinadores, etc.

Para el creyente Dios es una persona. Dios nos habla por medio de su palabra en la biblia; nos habla por medio de otras personas que también están en comunicación con él, pero nos puede hablar por medio de personas incrédulas; nos puede hablar hasta en sueños y pensamientos. Dios tambien nos escucha, pues quiere que le hablemos en oración, esa es nuestra comunicación con él. Dios tiene manos, por ello es que extiende su mano sobre nosotros, y nos guarda en el hueco de su mano cuando estamos en peligro. Dios tiene piernas, y por ello camina a la par nuestra todos los días. Dios tiene un corazón, por ello nos hizo a semejanza suya, para que de todo corazón le amemos y le busquemos. Solamente porque el cuerpo de Dios es invisible para nosotros no quiere decir que no lo tenga, que no esté vivo como nosotros, solamente que en otra dimensión que nosotros hoy no alcanzamos a ver y entender, mucho menos los incrédulos.

Tengamos la seguridad de que Dios es real, de que Dios existe, de que Dios es nuestro Padre a los que creemos en él. Y como tal, busquémosle todos los días, hablemos con él, consultemos con él, no vivamos apartados de él. Meditemos.  

martes, 10 de julio de 2012

Herederos con Cristo.

Cuando una herencia se reparte legalmente, ésta se reparte entre los herederos legales. ¿Qué significa esto? Pues específicamente que, la persona que dictó el testamento indicó "a quién, o, a quienes" les dejaba sus bienes y propiedades.

La escritura nos dice que: "El Espiritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y co-herederos con Cristo... para que juntamente seamos glorificados" (Romanos 8:16-17). Ahora bien, en lo natural para ser herederos solamente hace falta que quien dictó el testamento nos haya mencionado. Usted puede ser un pariente cercano, un pariente lejano, un gran amigo, un buen servidor de la persona, etc. el "requisito legal" es que usted sea mencionado. Si usted NO es mencionado, así pueda usted ser el primogénito de esa persona que NO recibirá nada. Pero en lo espiritual el asunto cambia, es verdad que todo aquél que esté mencionado en el testamento con Cristo será glorificado por el Padre juntamente con Cristo... pero también tiene un requisito. Lastimosamente ese requisito es algo que a nadie le gusta cumplir... pues dice el libro de Romanos que es: "PADECER juntamente con Cristo". Es por ésta razón, y por la que dice Pablo en Hechos 14:22 que pensamos, predicamos y recalcamos que la doctrina de paz, poder y prosperidad, lejos de ser divina... es demoníaca, pues va en contra de las normas establecidas por Dios.

Si queremos ser herederos con Cristo, hemos de "padecer" juntamente con él. Y volvemos a repetir... eso NO implica una vida de suplicios, una vida condenada a la pena, la angustia, el dolor; simplemente implica que habrán momentos duros, difíciles, estrechos, limitados, etc. en nuestra caminata, y que, hemos de pasarlos juntamente con Cristo, para "ser y para dar" testimonio de su poder y su grandeza. Meditemos. 

lunes, 9 de julio de 2012

El mensaje de los profetas mayores.

Hay quienes se preguntan ¿por qué hemos de leer o estudiar a los profetas, tanto menores como mayores, si el tiempo antiguo de la ley ya pasó, y ahora estamos en el tiempo de la gracia? Bueno, primeramente hemos de explicar que, ciertamente le llamamos el Antiguo Testamento a esos libros escritos hace cientos y miles de años, pero que la ley solamente se componía por el Pentateuco, que estaba formado por los 5 libros que escribió Moisés (Génesis, Exodo, Levítico, Números y Deuteronomio).

Los otros libros no eran ni formaban parte de la ley, sino son históricos y profeticos. Entendiendo también que los proféticos tienen en algunas de sus profecías un doble cumplimiento. Es decir que, parte de esas profecías se cumplieron ya, pero se volverán a cumplir, como por ejemplo la venida del Señor, se cumplió hace dos mil años pero tiene otro cumplimiento con su segunda venida; el juicio a las naciones, vemos por la historia cómo algunos pueblos fueron destruidos, unos para siempre como los filisteos y los babilónicos, pero algunos fueron destruidos y reconstruidos como Egipto, que será nuevamente asolado. Ahora bien, cada profeta mayor tiene un mensaje claro, por ejemplo, en el estudio de Isaías nosotros encontramos el anuncio de la venida de Cristo y la selección de un pueblo santo, mire por ejemplo el capítulo 53. En el libro de Jeremías, nosotros vemos cómo ese pueblo santo es atacado y sometido por las naciones, pero cómo también el Señor somete a esas naciones y las juzga, vea los capítulos 46 al 50.

Y, en el libro de Ezequiel, nosotros podemos ver cómo Dios selecciona a su pueblo, libra a ese pueblo, y castiga a los responsables de ese pueblo por no haber cumplido su misión, vea el capítulo 34. El mensaje está claro entonces, los profetas no son para de la ley por lo tanto no están caducos como la ley, y nos dan la pauta de lo que vivimos y estamos por vivir. Meditemos.

sábado, 7 de julio de 2012

Las ovejas dispersas.

En el libro de Ezequiel en el capítulo 34 vemos una declaración que emana del corazón de Dios, él le dice a Ezequiel lo siguiente: "Hijo de hombre, profetiza CONTRA los pastores de Israel" (verso 2a). "Profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? (verso 2b).

No es un secreto que muchas personas se están acercando a la iglesia cristiana, la iglesia de Jesucristo. Pero, tampoco es un secreto que muchas se están apartando de la congregación en sí, por negligencias de los líderes, falta de cobertura hacia las ovejas, falta de interés en los problemas específicos de cada uno, falta de cuidados directos de los líderes. Y, tampoco son pocos, los pastores que a pesar de cometer esas faltas, que por cierto Dios no sólo las ve sino también las censura (lo exponemos más adelante), todavía se atreven a decir que quienes se han apartado de una congregación para buscar íntimamente a Dios, son Llaneros Solitarios, que han dejado de ser parte de la iglesia, y que una persona aislada de la congregación "forzosamente" morirá. ¿Qué dice Dios a ese respecto? Veamos: ¿No apacientan los pastores a los rebaños? (pregunta Dios en verso 2 y él mismo responde de allí en adelante). Coméis la grosura de las ovejas; os vestís de su lana; degolláis la engordada mas NO apacentás a las ovejas (Ezequiel 34:3), ¿qué está diciendo Dios?  Que hay pastores que sólo se dedican a vivir DEL evangelio pero no a vivir PARA el evangelio. La censura de Dios viene a continuación: "No fortalecisteis las débiles; ni curasteis la enferma; no vendásteis la perniquebrada; ni volvisteis al redil la descarriada; ni buscásteis la perdida; sino que os habéis ENSEÑOREADO de ellas con dureza y con violencia" (Ezequiel 34:4-5).

¿Dejaron de ser ovejas? NO. Por el contrario, mire usted lo que Dios dice de ellas: "Por cuanto empujásteis con el costado y con el hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta las echásteis y las DISPERSASTEIS... YO SALVARE A MIS OVEJAS... YO JEHOVA SERE SU DIOS... Y DARE BENDICION A ELLAS... HABITARAN CON SEGURIDAD, Y NO HABRA QUIEN LAS ESPANTE... Y SABRAN QUE YO JEHOVA SOY SU DIOS Y ESTOY CON ELLAS Ezequiel 34: 22,24,26,28 y 30). Meditemos.

viernes, 6 de julio de 2012

Vigilando.

Jesús dijo en uno de sus discursos de despedida, que si el amo de la casa vigila para que el ladrón no entre en la casa, evitará un daño tremendo a los habitantes de su casa. Y que, quien hiciera ese trabajo bien hecho, cuando él regrese en su gloria le dirá: "Bien, buen siervo bueno y fiel, bien has hecho".

Las consecuencias de que un amo de la casa, no haga su trabajo, son muy duras y en ocasiones "irreversibles", o sea que no tienen compostura. Por ello, es importante que nosotros seamos buenos amos de la casa, y que enseñemos a nuestros hijos a serlo.

Un Atalaya.

Un atalaya significa un centinela, un guardían, un vocero, una persona que sabe y ve lo que está sucediendo ANTES que cualquiera. El trabajo de un atalaya es muy importante, ¿Por qué?  Pues porque nos da tiempo para prepararnos. Por ello, los pueblos antiguos siempre ponían alguno o algunos en lugares estratégicos. El atalaya ve pero no se ve.

Dios en cierta ocación le dijo a Ezequiel: "Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando el pueblo tomare a un hombre y lo pusiese por atalaya, y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y NO se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza; pero si el atalaya viere venir la espada y NO tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero DEMANDARE su sangre de mano del atalaya" (Ezequiel 33:3-6). ¿Qué significan éstas palabras?. Bueno, simplemente, nos están explicando la gran responsabilidad de ser un atalaya. Ayer, fue Ezequiel el atalaya; hoy, son todas aquellas personas que de mañana se levantan para estar con el Señor pidiendo por la necesidad ajena, intercediendo por el pecado del inconverso, poniendo sobre el altar del Señor toda angustia, toda pena, toda necesidad que llega a sus oídos. Pero, también, es aquella persona que no sólo ora, sino que también estudia, que investiga en los asuntos del Señor, y que, no sólo sabe sino también ve lo que el Señor está por hacer; lo que el enemigo está haciendo y planeando; lo que los no creyentes y los creyentes están haciendo, y por supuesto, el resultado de esas acciones.

Es deber del atalaya INFORMAR a su pueblo lo que está por acontecer, pues cuando venga lo escrito si el necio sigue en su necedad, será juzgado por su pecado y su necedad, pero el atalaya será librado de culpa alguna. Pero si se apercibe, será bendición para él y para el atalaya. Por el contrario, si el atalaya NO apercibe a nadie, entonces el pecador morirá, pero la pérdida de esa alma, dice Dios, SI será demandada a la cuenta del atalaya. Busquemos y oigamos a los atalayas que Dios haya puesto hoy entre nosotros. El Señor viene... y viene pronto. Meditemos.

jueves, 5 de julio de 2012

Goza del bien... pero considera.

Como ésta es una ventana que hemos utilizado para declarar, predicar y mostrar bíblicamente que el evangelio de paz, poder y prosperidad NO ES BIBLICO, no viene de Dios, sino que es un evangelio torcido, lleno de interéses personales y mezquinos. Algunas personas nos han señalado de que predicamos un evangelio negativo, un evangelio que sólo salva a los sufridos, y que por supuesto, sólo nosotros nos creemos salvos.

Hemos de explicar que si bien es cierto que predicamos un evangelio que VA ACOMPAÑADO de "sufrimiento y testimonio", también creemos que tiene sus momentos buenos, de hecho muchos momentos de alegría, de bienestar, de tranquilidad, de paz. Pero, lo que nosotros sostenemos es el hecho de que el evangelio de Jesucristo trae consigo un tiempo de prueba, un tiempo de sufrimiento, un tiempo de angustia. La Palabra de Dios misma nos respalda en ello, mire usted lo que se nos dice en Eclesiastés 7:11: "En el día del BIEN, goza del BIEN; pero, en el día de la ADVERSIDAD, considera". ¿Para qué nos hace reflexionar Salomón en la adversidad, si no ha de venir? ¿Por qué nos dice que en el día del bien, nos gocemos en el bien si éste evangelio es SOLO sufrimiento y angustia?. Las respuestas son obvias, es porque ambos elementos están dentro del paquete de ser un creyente.

Si hoy, el Señor nos permite un tiempo de paz, de reposo, pues gocémoslo; pero, si conocemos a alguien que hoy está en angustia, en penas, en luto... considerémoslo y extendamos nuestras oraciones por él o ella, pues mañana nos puede tocar a nosotros ese tiempo. Meditemos.

miércoles, 4 de julio de 2012

Ser creyente no implica perfección inmediata.

El Dios que conocemos los creyentes es un Dios bueno, creador, alegre, dadivoso, pero también tiene sus límites, su carácter, sus lineamientos y es, es su momento, severo. Cuando Dios elegió a Abraham para que fuera la semilla de aquél pueblo que en la eternidad será suyo para adorarle, le ofreció toda clase de bienes y bienestares, con la condición de que El fuera el único Dios en su corazón.

Dios no sólo elige al que va a ser su pueblo de entre el pecado del mundo, sino lo rescata y le brinda una nueva oportunidad. Esa elección, ese rescate y esa nueva oportunidad NO IMPLICA bajo ningún punto de vista, que al día siguiente ese sujeto parte ahora del pueblo sea una nueva persona en su totalidad, pues eso, es un proceso que se inicia ese día de la elección y termina el día de la muerte de ese sujeto. Sin embargo, el sujeto debe luchar y tratar de permanecer a los pies de Dios para ir superando todos los obstáculos. Para algunos sujetos, que hemos de decir que son vasos para los que Dios tiene un ministerio, ese proceso es más duro, más extenso, y por supuesto más respaldado. Por el contrario a otros les cuesta más, tienen más dificultades para seguir en la lucha, pero igual el Señor los tendrá en su gloria el día de mañana. ¿A qué viene todo ésto? Pues al hecho de que cuando alguien dice ser creyente, los ojos del mundo se ponen sobre él, esperando más de él que de los demás. Lo vemos en la política, muchos presidentes de cualquier religión pueden pasar por las presidencias siendo unos déspotas, unos sinverguenzas, ladrones, asesinos, dictadores, que nadie se refiere a sus creencias religiosas, pero, si por casualidad pasa por allí un creyente al que se le conoce alguna falta, a ese se le señalan con saña. 

A todos nos cuesta seguir un camino recto que agrade a Dios, pero no todos podemos vencer nuestras debilidades con tanta facilidad como otros. Para algunos decir no y no volver a un pecado, les es fácil; para otros la lucha nos implica años. No estamos excusando ni nuestros pecados ni los de algunos líderes, pues tarde o temprano se tendrá que entregar cuenta a Dios y no a los hombres, pero lo que sí recalcamos es que el decir que somos creyentes no implica, bajo ningún punto de vista que ya somos perfectos. Meditemos.

lunes, 2 de julio de 2012

La iglesia DE Jesucristo, y la iglesia de los hombres.

Por lógica, la iglesia de Jesucristo es aquella que él fundó. Todos aquellos que hemos tenido un poquito de educación, sabemos, por la historia universal misma, que cuando Jesucristo estuvo físicamente sobre la faz de la tierra su objetivo era fundar una congregación.

Esa congregación se dedicaría a darle reconocimiento, honra, gloria y alabanza a Dios Padre, a su Hijo Jesucristo, y al Espíritu Santo, los tres integrados como un sólo Dios. Cada uno con su función, el Padre como creador de todos y de todo; el Hijo como el Salvador de todos; y el Espíritu Santo como el guiador a esas verdades y todas las demás verdades. Así de sencillo, así de simple. Ahora bien, en sus inicios la iglesia DE Jesucristo estuvo bien definida, con el transcurso de los años ha ido degenerando su sentido. Una simple vista a los últimos dos mil años nos da la razón en ese sentido. Unos dicen que la verdadera iglesia de Jesucristo es ésta, los otros dicen que es aquella, todos creemos estar en la verdadera, pero, ¿quién tiene la razón? Primero definamos lo que es una iglesia, no con nuestras palabras sino con las de Jesucristo mismo: "Todos aquellos que pudiéramos pensar que EL TEMPLO es la iglesia, ya estaríamos mal hubicados pues de Jesús se dijo: "UNO MAYOR QUE EL TEMPLO, ESTA AQUI" (Mateo 12:5). "El Altísimo, NO HABITA EN TEMPLOS HECHOS DE MANO" (Hechos 7:48). A la samatitana Jesús le dijo: "LA HORA VIENE, Y HA LLEGADO YA, que ni en éste monte, ni en Jesusalén se adorará a Dios, sino en espíritu y verdad" (Juan 4:21-24).

Jesucristo fundó una iglesia bajo ciertas condiciones ¿las cumple nuestra congregación?  Jesucristo cuando terminó su ministerio, le dejó la congregación al Espíritu Santo quien guió a los apóstoles y nos sigue guiando a nosotros. Preguntamos: ¿La congregación en donde estamos la guía el Espíritu Santo cuando el pastor termina su ministerio, o la hereda el Junior? La iglesia de Jesucristo NO LA HEREDA EL JUNIOR. La verdadera iglesia de Jesucristo la HEREDO EL ESPIRITU SANTO. Meditemos.