viernes, 13 de julio de 2012

La simulación.

Simular quiere decir: aparentar lo que no es o lo que no se es. Muchas personas hoy en día, gracias a que la iglesia se ha vuelto un artículo de moda, están "simulando" que son creyentes. Pero viene un tiempo dentro de pocos días, en el que tanto nuestro pensamiento interno como la realidad de nuestro diario vivir será expuesta a todo el mundo. Viene un tiempo de tal tribulación (palabras de Jesús y no nuestras) como no lo ha habido NUNCA desde que el hombre está sobre la faz de la tierra, que desnudará el ser interior que llevamos dentro.

Pablo, guiado por el Espíritu Santo escribió lo siguiente: "Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, por su hipocrecía, pues cuando estaba con los gentiles y vinieron algunos de parte de Jacobo, se retraía... y en su SIMULACION participaba también con los judíos; de manera también que aún Bernabé fue arrastrado por esa HIPOCRECIA" (Gálatas 2:11-13). Pedro, el famoso Pedro que tanta fe y tanta polémica a causado en medio de los siglos, no sólo negó a Jesús sino tambien actuaba hipócritamente después de la ascención del Señor. Fue Pablo (quien dicho sea de paso no fue uno de los 12 discípulos) quien tuvo que someterlo al orden. ¿Por qué? Porque Pedrito, estaba "simulando" ser creyente, pero cuando le convenía entonces "simulaba" que no lo era. Ahora bien, no es el objeto de éste mensaje desnudar a Pedro, sino desnudarnos a nosotros mismos. ¿Estamos siendo unos Pedros nosotros? ¿Estamos actuando impíamente con los impíos para no perder nuestro lugar? ¿Estamos simulando ser creyentes perfectos en la congregación, a pesar de que afuera somos otra persona?

La única forma de ser auténtico y de no vivir una vida "simulando" que somos creyentes, es estar todos los días en la presencia de Dios. Sólo estando expuestos a su santidad seremos llamados a ser santos; sólo estando expuestos a su verdad, seremos personas guiádas a vivir una vida auténtica; la simulación es como la mentira, cuando venga el tiempo oportuno, ésta no relucirá y seremos avergonzados. Meditemos. 

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