viernes, 6 de julio de 2012

Vigilando.

Jesús dijo en uno de sus discursos de despedida, que si el amo de la casa vigila para que el ladrón no entre en la casa, evitará un daño tremendo a los habitantes de su casa. Y que, quien hiciera ese trabajo bien hecho, cuando él regrese en su gloria le dirá: "Bien, buen siervo bueno y fiel, bien has hecho".

Las consecuencias de que un amo de la casa, no haga su trabajo, son muy duras y en ocasiones "irreversibles", o sea que no tienen compostura. Por ello, es importante que nosotros seamos buenos amos de la casa, y que enseñemos a nuestros hijos a serlo.

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