viernes, 6 de julio de 2012

Un Atalaya.

Un atalaya significa un centinela, un guardían, un vocero, una persona que sabe y ve lo que está sucediendo ANTES que cualquiera. El trabajo de un atalaya es muy importante, ¿Por qué?  Pues porque nos da tiempo para prepararnos. Por ello, los pueblos antiguos siempre ponían alguno o algunos en lugares estratégicos. El atalaya ve pero no se ve.

Dios en cierta ocación le dijo a Ezequiel: "Hijo de hombre, habla a los hijos de tu pueblo, y diles: Cuando el pueblo tomare a un hombre y lo pusiese por atalaya, y él viere venir la espada sobre la tierra, y tocare trompeta y avisare al pueblo, cualquiera que oyere el sonido de la trompeta y NO se apercibiere, y viniendo la espada lo hiriere, su sangre será sobre su cabeza; pero si el atalaya viere venir la espada y NO tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero DEMANDARE su sangre de mano del atalaya" (Ezequiel 33:3-6). ¿Qué significan éstas palabras?. Bueno, simplemente, nos están explicando la gran responsabilidad de ser un atalaya. Ayer, fue Ezequiel el atalaya; hoy, son todas aquellas personas que de mañana se levantan para estar con el Señor pidiendo por la necesidad ajena, intercediendo por el pecado del inconverso, poniendo sobre el altar del Señor toda angustia, toda pena, toda necesidad que llega a sus oídos. Pero, también, es aquella persona que no sólo ora, sino que también estudia, que investiga en los asuntos del Señor, y que, no sólo sabe sino también ve lo que el Señor está por hacer; lo que el enemigo está haciendo y planeando; lo que los no creyentes y los creyentes están haciendo, y por supuesto, el resultado de esas acciones.

Es deber del atalaya INFORMAR a su pueblo lo que está por acontecer, pues cuando venga lo escrito si el necio sigue en su necedad, será juzgado por su pecado y su necedad, pero el atalaya será librado de culpa alguna. Pero si se apercibe, será bendición para él y para el atalaya. Por el contrario, si el atalaya NO apercibe a nadie, entonces el pecador morirá, pero la pérdida de esa alma, dice Dios, SI será demandada a la cuenta del atalaya. Busquemos y oigamos a los atalayas que Dios haya puesto hoy entre nosotros. El Señor viene... y viene pronto. Meditemos.

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