lunes, 30 de julio de 2012

Soy cristiano. Y, te quiero mucho, son dos fráses muy fáciles de decir.

Hoy en día cualquier persona que uno encuentra en la calle se dice: Ser cristiano. Y, también es muy fácil encontrar a alguien que le diga a uno: Te quiero mucho. Pero, probar con hechos, ambas expresiones es muy pero muy difícil.

Decir te quiero mucho del diente al labio no cuesta nada, cuidar a alguien y suplirlo en todas las necesidades que uno pueda, es algo muy distinto; servir a alguien en todo lo que las fuerzas dan, también difiere mucho de tan sólo decir te quiero mucho. Cuando una persona ama algo, no lo abandona; cuando una persona ama a alguien o a algo, pasa mucho tiempo con ese alguien o con eso que ama. El decir te amo implica una pasión por alguien o por algo, no tan sólo palabras. De la misma manera hoy en día cualquier persona se dice ser cristiana ya sea, para abrirse campo en algún lado, o porque escucha que muchos lo están diciendo. Pero, ¿ya analizamos lo que los primeros que se llamaron cristianos hacían de corazón? Estamos dedicados a la oración, a la doctrina de los apóstoles, a compartir el pan, y, en la común unión de unos con otros como lo hacía la iglesia que Jesús fundó como lo vemos en Hechos 2:42. O, por el contrario estamos "jugando" a ser cristianos pero seguimos siendo los mismos de siempre, utilizando los medios del mundo para lograr nuestros fines. Ya no nos emborrachamos, pero somos bebedores sociales; ya no mentimos por costumbre sino sólo en ciertas ocasiones; somos uno en casa y otro delante de la congregación; el vecino, el hermano, nuestra pareja no saben exactamente qué somos o qué hacemos. Nuestros líderes no están enterados de nuestros más íntimos secretos y motivos. Estamos metidos en reuniones de hombres, de señoras, de jóvenes pero olvidamos la familia.

Decir te quiero mucho, va acompañado de toda nuestra entrega, de todo lo que podamos dar al otro con los recursos materiales y espirituales que dispongamos. Decir soy cristiano implica un poco más que ir a un servicio el día domingo. Decir te quiero y decir soy cristiano implica mucho más que la simple expresión de las frases. Esas actitudes se demuestran solamente con hechos, y con la aprobación de los cielos. Meditemos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario