miércoles, 18 de julio de 2012

La responsabilidad de un anciano.

En todas las culturas y desde la antiguedad, si algún grupo de personas ha sido importante, ha sido influyente, y ha sido decisivo han sido los ancianos. Ninguno de los siete imperios que ha gobernado el mundo en su momento, ha dejado de tener un grupo de ancianos que asesore a sus gobernantes. Es más, cuando el grupo que asesora a los gobernantes no ha sido de ancianos, han habido fracasos como en el gobierno de Salomón en Israel.

Quien da la cara al mundo es una sola persona, sea éste el presidente, el primer ministro, el jefe de estado, etc. pero quienes realmente gobiernan son el grupo de ancianos que éste personaje tenga a sus espaldas. Ahora bien, ésto nos lleva al punto que queremos enfocar el dia de hoy. Por ello, cada gobernante se asegura que el consejo de ancianos que lo asesore sea de lo mejor, de los más experimentado que se pueda. Sin el consejo de los ancianos sabios quienes vienen detrás estarán condenados a cometer los mismos errores que se cometieron en el pasado. Y, si ésta premisa es importante en lo material ¿ya nos pusimos a pensar lo que implica en lo espiritual?  Es tan importante, que sin un buen grupo de ancianos sabios espirituales en cada gobierno, tomamos el camino que estamos tomando el mundo. Hay una porción bíblica que refleja éste pensamiento: "Si se HUMILLARE MI PUEBLO, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; ENTONCES yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra" (2da. de Crónicas 7:14).

Nótese bien que dice: "Si se humillare MI pueblo", no está diciendo que si se humillare UN pueblo. ¿Qué significa ésto? Que el pueblo que tiene que "humillarse" para que haya bendición en una nación "somos" los creyentes; y "somos" los creyentes los que tenemos que invocar su nombre; y "somos" los creyentes los que tenemos que buscar su rostro; y "somos" los creyentes los que tenemos que convertirnos de nuestros malos caminos; y, ENTONCES, "nuestra tierra" la de los que "somos" será sanada. Contrario a lo que nos han enseñado Dios NO está esperando que se humillen los impíos para bendecir a una nación. Meditemos.

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