domingo, 27 de noviembre de 2011

Por la gracia de Dios soy lo que soy.

Pablo en la oportunidad en que les habla a los Corintios acerca de la resurrección de los muertos, explica cómo, por la gracia del Señor él está en la posición en que está (1era. Corintios 15:10).

Pablo había sido un religioso muy legalista, al extremo que había perseguido a todo aquél que mencionara el nombre del Señor Jesucristo, sin embargo, Pablo era un vaso que Dios había enviado y tan sólo estaba preparando. Un día camino a la ciudad de Damasco, y con autorización escrita de sus superiores, Pablo iba a tomar prisioneros, encarcelar, y matar, si fuera necesario, a todos los creyentes que encontrara. Pero, no contaba con que a medio camino el Señor se le iba a aparecer para hablarle a su corazón, y así, cambiarlo para siempre. Pablo, al igual que TODOS los que hoy somos creyentes, tuvo una experiencia personal con Cristo, experiencia que le cambió el rumbo de su vida. Dios dijo de Pablo: "Instrumento escogido me es éste", y lo mismo dice de cada uno de nosotros hoy en día. Lo único es que no todos estamos destinados a ser líderes de una congregación grande, otros tenemos misiones más pequeñas.

No es por casualidad o por moda, que estamos en los caminos de Dios, ESTAMOS EN DONDE ESTAMOS, como dijo Pablo: "Por la bendita gracia de Dios, y para una misión especial". Quizás ésta es la hora en que no conocemos esa misión, pero ello no implica que no la tengamos. Meditemos.

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