martes, 8 de noviembre de 2011

¿Cuál es la razón?

Se ha preguntado usted alguna vez ¿cuál es la razón por la que no salgo adelante por más que lucho? ¿por qué otros sí avanzan y yo estoy estancado? ¿por qué ahora que soy creyente, me cuesta más ir hacia adelante? ¿alguien me dijo que al estar en los caminos de Dios, todo sería más fácil y no lo veo así?

Iniciemos respondiendo primero la última interrogante, pues las otras casi tienen la misma respuesta. Jesús dijo: "El que quiera seguirme TOME SU CRUZ, y entonces sígame". Si a usted alguien le enseñó que la caminata cristiana es confites, piñatas, y pasteles, o sea, paz, poder, y prosperidad... LO ENGAÑÓ. La cruz de Jesús no fue confites, piñatas, y pasteles; fue persecusión, fue aislamiento, fue desprecio, y en un último momento significó hasta TRAICION de uno de sus más íntimos. Entonces preguntamos: ¿Si nosotros queremos seguir el evangelio de Jesús, o sea, el evangelio de la Cruz, por qué esperamos un trato diferente al que tuvo Jesús?. No decimos ni predicamos que la caminata cristiana TENGA que ser un sufrimiento sempiterno ¡NO!. Pero que no le extrañe que ese camino esté bastante lleno de esos conflictos.

Las palabras de Jesús: "No temáis porque YO estaré siempre con vosotros", debiéran de ser el antídoto, el antibiótico, la vitamina, que nos anime a seguir adelante. Si Jesús está con nosotros, no habrá quién contra nosotros por oscuro que se mire el presente, y quizás, hasta el mañana inmediato. Meditemos.

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