miércoles, 16 de mayo de 2012

Mirad, velad, y orad.

A la mayoría de las personas cuando se les habla de la muerte personal, de un pariente, o de algún conocido, o, se les platica del fin de los tiempos como lo habla la biblia, simplemente se encogen de hombros y dicen: "No me gusta hablar de esos temas, cuando llegue que llegue, pero no me hablen de esos temas".

Está bien, usted puede dejar de hablar del tema de la muerte o del tema del final de los tiempos, pero, eso no implica que alguna de las dos situaciones no llegue tarde o temprano. Y, el deseo de Dios para quienes le amamos es QUE CUANDO LLEGUE EL MOMENTO ESTEMOS PREPARADOS. La pregunta del millón entonces es: ¿Y cómo estaremos preparados, si ni siquiera queremos hablar del tema? No estamos hablando de que vivamos atemorizados por esos momentos, no estamos hablando de que vivamos obsecionados con esos temas, solamente estamos hablando de que ESTEMOS PREPARADOS Y PREPAREMOS A LOS NUESTROS para cuando eso suceda. En el libro de Marcos en el capítulo 13 y verso 32, Jesús el Cristo nos dice a nosotros por medio de decírselos a sus discípulos: MIRAD, VELAD, Y ORAD. Les habla de esos tres atributos cuando les habla de SU segunda venida. En el idioma original griego la palabra que Jesús utilizó para MIRAD, implica "tener discernimiento" de lo que acontece alrededor de nosotros: el significado de la palabra VELAD, implica "estar atentos o estar listos" para lo que viene; y todos conocemos el significado de ORAD, pues esto nos implica una "relación diaria y continua" con Dios, quien sí sabe cuándo serán todos éstos acontecimientos.

No vivamos pues, atemorizados, no evadamos los temas, simplemente tengamos discernimiento de los hechos que acontecen a nuestro alrededor, especialmente con respecto al pueblo físico de Dios (Israel), el cual es el reloj de Dios para los tiempos del fin; pongamos atención o estemos listos para ese momento; y por supuesto, no nos alejemos de Dios nunca. Meditemos.

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