jueves, 8 de marzo de 2012

Todo plazo se cumple.

Hace exactamente 137 días iniciamos la reconstrucción de la casa de uno de nuestros hijos, la reconstrucción programada para seis meses pero se ha ido retrasando por "x" o por "y" causa. Hoy, es el día programado para la fundición de la terreza. ¿Por qué no fue ayer, o por qué no será mañana? No lo sabemos, pero hoy, después de 137 días el plazo se cumlió. Nuestro plan falló, ésta losa se debió haber puesto el día 22 de diciembre reciénpasado.

Quizás la UNICA respuesta lógica que podemos dar como humanos es la siguiente: "De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo y los que en el habitan, porque él la fundó" nos dice el Salmo 24:1. Por lo tanto el que tiene el control absoluto del mundo y de TODOS los que lo habitamos, es Dios. Para Dios el tiempo no existe, sin embargo se limita a él por amor y misericordia al hombre. Lo vemos cuando los antiguos profetas dicen: "Llegará un tiempo en que.... y hablan de un Mesías". Luego vemos que cuando ESE tiempo se cumplió el Mesías vino a la tierra. En varias ocasiones vemos en las escrituras que un tiempo se cumple. Como por ejemplo cuando Jesús "afirma" su rostro pues sea ha "cumplido" el tiempo de su partida (Lucas 9:51). La palabra utilizada para "cumplido" es "pleroo", la cual entre uno de sus significados está: "rendición de cuentas perfectas". Ahora, con respecto a nuestros pecados, muchas veces vivimos bajo la inocente creencia que como pecamos y no pasó nada... nuestro "pleroo" NUNCA llegará. Que ese pecado simplemente quedó o quedará sin castigo.

Dios es bueno, es lento para la ira, es misericordioso... pero es justo. Ciertamente todos los días el sol sale para buenos y malos; el invierno trae lluvia para la siembra del bueno y del malo; la providencia de Dios se extiene para el bueno y para el malo. Pero, no hay plazo que no llegue, no hay tiempo que no se cumpla, y cuando nuestro "pleroo" llegue, preguntamos ¿nos tomará por sorpresa? Meditemos.

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