jueves, 15 de marzo de 2012

Tiernas y frágiles.

Ayer, como en los últimos cuatro años, nos tocó sembrar los plantíos de pimientos. Quien se acerca al sembradillo los ve tiernos y frágiles. Tienen apenas dos semanas de germinadas las plantas, se ven verdes y sanas pero tiernas y frágiles. En cuatro semanas estarán fuertes, en seis florecerán, y en ocho semanas cultivaresmos los primeros frutos, si Dios lo permite.

Dios quiere sembrar en nosotros su Palabra. Cuando eso sucede nuestra vida cambia, al principio sólo tenemos el gozo y la ilusión de saber que él nos salvó y estamos en sus manos, pero somos tiernos y frágiles. Es tan sólo con el tiempo que pasamos en su presencia, que nos vamos haciendo fuertes, hasta que llega el día en que damos nuestros primeros frutos. Nosotros sembramos ayer 50 plantitas, de las cuales saldrán si todo va bien, de seis a ocho pimientos por planta, eso nos dará aproximadamente entre 300 y 400 unidades, por la clase de pimiento eso significa que cada 3 unidades nos darán una libra, en total la esperanza es un quintal de pimientos en 60 días. De allí en adelante, cualquier cantidad de libras será un "excedente" de ganancias. En otras palabras abremos logrado recuperar costos, sacar ganancia, y además un excedente. El Señor siembra su Palabra en nosotros, y su esperanza es que unos demos el 30 por uno; otros den el 60 por uno; y algunos más afortunados y esforzados den el 100 por uno (vea la parábola de la semilla en Marcos 4).

Nuestro plantío necesita agua, abono, limpieza, e insecticida sino muere. La Palabra que Dios siembra en nosotros es agua; pero necesita una relación diaria con él que viene a ser el abono; luego tenemos que dejar la vida antigua, eso es la limpieza; pero también necesitamos tener buenas compañías, eso es el insecticida... sino moriremos. Meditemos.

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