viernes, 30 de marzo de 2012

Los caminos de Jehová son rectos.

El libro de Oseas termina su narrativa con una declaración que bien haríamos en no olvidar: "Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos". (Oseas 14:9).

Todos los que seguimos los caminos de Dios, en alguna medida vamos conociendo su voluntad, su carácter, lo que desea para y de nosotros, eso, no nos hace perfectos pero sí nos hace conocer el camino de la perfección. Y, lastimosamente, nos cuesta mucho seguirlo, además, como dice la escritura: "La carne es débil" entonces muchas veces volvemos a caer en los pecados anteriores, o, a lo mejor en nuevos. Como sea, es muy fácil para alguien de fuera decir: miren fulaso o sutano se somata el pecho en la iglesia el domingo y lo que hace; para otros nos es muy fácil decir allí va el borracho mengano, sin saber la lucha que ese pobre débil ante el licor hace. No estamos defendiendo el pecado de nadie (ni mucho menos el nuestro), lo que estamos diciendo es que como decían las abuelitas antiguamente: caras vemos... corazones no sabemos. Y, la batalla interna y personal de cada creyente, solamente Dios y él la conocen.

Vamos pues adelante, no juguemos a las personas por sus debilidades, pues no conocemos ni por asomo su lucha interna. Oremos por quien lo creamos necesario y confiemos en que todos juntos algún día andaremos en los caminos rectos de Dios. Meditemos.

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