viernes, 29 de junio de 2012

Hacia donde el Espíritu les movía.

La primera visión que recibió el profeta Ezequiel cuando Dios le escogió para llevar profecía al pueblo de Israel, tenía una cacacterística: las figuras con formas de hombre, león, buey y águila que estaban sobre ruedas: "Se movían únivamente hacia donde el Espíritu de Dios les decía que se movieran" (Ezequiel capítulo 1 entero).

¿Qué significado tuvo esa visión para el pueblo de Israel y qué significado tiene esa visión para nosotros el día de hoy? En aquellos tiempos (600 antes de Cristo, aproximadamente), les estaba advirtiendo al pueblo que: "fueran a donde Dios les estaba indicando por medio de las palabras del profeta". Más adelante en el libro Dios le dice al pueblo que: "Quien se quede en Jerusalén, morirá por hambre; quien huya, morirá a espada; pero quien vaya al cautiverio, vivirá", exactamente como sucedió. Hoy, para nosotros ciertamente hay un cautiverio espiritual si no obedecemos la voz de Dios, exactamente esa profecía: "Hacia donde el Espíritu nos guíe". Ahora bien, la pregunta del millón es: ¿Cómo sabremos hacia dónde nos quiere guiár el Espíritu si no buscamos a Dios desde el amanecer? ¿Cómo hará el Espíritu para decirnos que hay que salir, que hay que quedarse, que hay que esperar, etc. si no nos tomamos el tiempo para escucharlo?  Lo mismo nos sucede si tenemos una emergencia espiritual como un alma en pena, una persona cercana que se accidenta, una consulta de divorcio, un inconverso que nos cuestiona, etc. ... si de mañana, salimos corriendo al gimnacio, salimos volando a un desayuno social, vamos apresurados al trabajo... SIN HABER UTILIZADO TIEMPO PARA HABER ORADO PRIMERO.

Lo que vamos a hacer en una de esas hipotéticas situaciones que mencionamos es utilizar "nuestra mejor idea", "utilizar nuestro mejor recurso humano", "utilizar nuestro brazo de carne y nuestro sentir de corazón", pero NO lo que el Espítitu Santo nos diga. Y, el problema es que: "nuestra mejor idea", "nuestro mejor recurso humano", "nuestro brazo de carne o nuestro sentir de corazón" quizás ALIVIAN la situación pero NO LA SOLUCIONAN. Meditemos.

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