viernes, 22 de junio de 2012

El juicio a las naciones (Parte V)

Egipto fue juzgado por el "miedo"; el pueblo de los Filisteos fue juzgado por "no educar a los hijos en el camino correcto"; el pueblo de Moab fue juzgado por el "orgullo"; el pueblo de Amón fue juzgado por su "vanidad"; el pueblo de Edom por su "soberbia"; el pueblo de Damasco fue y será juzgado por su "confusión".

EL JUICIO A CEDAR Y A HAZOR: Dios le dice a Nabucodonosor: "Subid contra una nación que vive "confiadamente" (Jeremías 49:31). Muchas veces el hombre alcanza lo que la mayoría busca, una estabilidad que le permita estar tranquilo, sin angustias, sin penas, sin carreras, sin alborotos, lamentablemente cuando eso nos sucede a algunos, entonces vivimos demasiado "confiados". Esa confianza nos hace olvidar la pena de otros, nos hace fríos, nos hace indiferentes al dolor ajeno... eso, Dios también lo ve como pecado. Y alguien podrá decir: NO, eso no es así. Entonces ese alguien tendría que responder el por qué Dios dijo de Cedar y de Hazor: "Serán morada de chacales, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre" (Jeremías 49:33), una sentencia tan fuerte solamente viene cuando el juez tiene motivos suficientes. EL JUICIO A ELAM: Dios sentenció a Elam de la siguiente forma:"He aquí yo quiebro el arco de Elam, parte principal de su fortaleza" (Jeremías 50:35). ¿Qué o quién es lo que nos destruye? Nosotros mismos creyendo que nuestras fortalezas nos salvan de cualquier problema. ¿Sabe usted los 6 imperios que han caído en la historia por qué motivos han caido? ¿Sabe usted por qué motivo va a caer el imperio que hoy nos gobierna? Por problemas internos. La corrupción, la inmoralidad, el despotismo, y principalmente porque se han olvidado de Dios (el mejor ejemplo de eso lo tenemos en el imperio Romano).

Hoy, repetimos, los pecados de las naciones antiguas están tan vivos como hace miles de años, estamos rodeados de la misma corrupción, de la misma inmoralidad, del mismo despotismo, de la misma indiferencia al sufrimiento humano... ¡CUIDADO!. Por esos motivos el juicio vino a las naciones, y también nos vendrá a nosotros si no nos arrepentimos. Meditemos.

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