jueves, 21 de junio de 2012

El juicio a las naciones (Parte IV)

Hemos estado viendo en los últimos mensajes el por qué Dios hizo juicio en contra de las naciones, pecados o faltas que reiteramos, hoy, nosotros también cometemos y por lo que podríamos ser destruidos si no nos arrepentimos.

EL JUICIO A EDOM: "Tu arrogancia te engañó, y la soberbia de tu corazón" (Jeremías 49:16). Arrogante es una persona que se vanagloría de lo que tiene como si no hubiera sido Dios quien se lo concedió (Lamentaciones 3:37); y la soberbia es orgullo al extremo, aquél orgullo "irracional" que no acepta razón Oo discusión alguna. Este pecado es uno de los que más desagrada a Dios, prueba de ello es que a ésta nación Dios le dijo la misma sentencia que a Moab: "Como sucedió en la destrucción de Sodoma y de Gomorra y de sus ciudades vecinas, dice Jehová, así no morará allí nadie, ni la habitará hijo de hombre" (Jeremías 49:18) (éste es uno de los pocos juicios que no hemos visto en su totalidad, pues hemos de reconocer que Damasco aún es habitada)"¿Seremos nosotros destruidos también por éstos pecados?.  EL JUICIO A DAMASCO: "Se confundieron ... porque oyeron malas nuevas, se desmayo Damasco" (Jeremías 49:23). Cuando no tenemos nuestra fe bien cimentada en Cristo, en u palabra, en sus promesas, cualquier mala nueva que escuchemos hará que desmaye nuestro espíritu, y eso, significa que no tenemos fe. Si no tenemos fe en Dios o dudamos de su palabra entonces le estamos diciendo a Dios "mentiroso", pues él a dicho: "En el día de la angustia, clama a mí, y YO te responderé" (Jeremías 33:3 y Salmo 50:15).

¿Pecaremos de arrogantes, pecaremos de vanidosos y nos engañaremos nosotros mismos? ¿Pecaremos de faltos de fe en la prueba, caeremos en confusión por escuchar malas nuevas? Si no estamos tomados de la mano de Dios cada día, lo más seguro es que sí, pues éstos son algunos de los obstáculos que hoy como cristianos hemos de solventar, así como los enfrentaron los pueblos antiguos. Meditemos.

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