viernes, 24 de febrero de 2012

¿Por qué dice que esperaban al esposo y no al novio?

"Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que esperaban al ESPOSO... vino el ESPOSO y las que estaban preparadas entraron a las BODAS" (Mateo 25:1 y 10). ¿Si ya era el esposo, por qué venía para las bodas?

En las costumbres y tradiciones judías existía algo que no existe entre las demás naciones, el DESPOSORIO. Una pareja de enamorados hace el compromiso de casarse, y desde el día del compromiso hasta el día de la boda, ya son declarados esposos. No viven juntos sino cada uno en la casa de sus padres, y oficialmente se declaran pareja en una ceremonio pública el día que el esposo decide llegar por su futura compañera después de un año, ánunciando el día pero no la hora. Por ello es que la mujer tiene que velar porque sabe el día pero no la hora en que llegarán por ella, y cuando la lleguen a tomar ella tiene que estar lista. Por ello se prepara con tiempo, para que cuando el esposo llegue ella sólo sea tomada. Esa es la analogía que Nuestro Señor Jesucristo nos hace aquí en Mateo 25. Quizás hoy no sabemos el día de su venida, pero en su momento nos lo hará saber pues él es nuestro esposo y nosotros como congregación somos su esposa. No ha habido boda aún, pero ya hemos sido escogidos.

Estamos, como congregación, en el tiempo del DESPOSORIO pues ya hemos sido elegidos (todos aquellos que hemos hecho una confesión de fe en el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz), solamente esperamos el día y la hora en que él venga por nosotros a la BODA DEL CORDERO. Meditemos.

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