martes, 28 de febrero de 2012

El error de los inicuos.

Durante toda la escritura es muy notorio que para Dios existen personas buenas y malas; personas santas y personas impías; personas que lo aman y personas que no lo aman; personas que le obedecen y personas que le son rebeldes.

El apóstol Pedro cuando escribe su segunda epístola la dirige a personas que "han alcanzado la fe", lo que implica que hay personas que "no" alcanzan la fe. Y se dirige a ellos con éstas palabras: "sed participantes de la naturaleza divina, huyendo de la corrupción del mundo" (verso 1:4). Se los digo yo, que: "no os lo cuento como fábula humana, sino habiéndo visto con mis propios ojos su majestad" (verso 1:16). Así que: "no os dejéis llevar por herejías destructoras de falsos maestros, de los cuales ya hubo en el pasado" (verso 2:1). Pues los cielos, la tierra, y los hombres impíos que existen ahora están guardados para perdición" (verso 3:7). "Así que, amados, vosotros sabiendo de antemano todo esto, guardaos" (verso 3:17). La palabra para inicuos en griego es "Athesmos" que significa: "malvado, perverso, muy malo".

El error de los pervesos nos dice Pedro, es negar la verdad de Dios substituyendo la Palabra divina por palabras humanas; negar la verdad fiel con el error humano; y negar que la venida de Cristo es una realidad que destruirá al mundo con fuego. Meditemos.

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