lunes, 30 de abril de 2012

Echarán mano de un hombre siete mujeres.

Le indica Dios a Isaías que profetice acerca de los tiempos de su juicio, y una de las premisas que nos da para reconocer el tiempo de ese juicio es: "Echarán mano de un hombre siete mujeres en aquel tiempo, diciendo: Nosotras comeremos de nuestro pan, y nos vestiremos de nuestras ropas; solamente permítenos llevar tu nombre, quita nuestro oprobio" (en otras palabras: "solamente danos un hijo") (Isaías 4:1).

Ya llegamos al tiempo en que una mujer no quiere quedarse sola, no quiere como decían las abuelitas: "quedarse para vestir santos" (en Latinoamérica, las mujeres solteronas en el siglo pasado tapaban su soltería diciendo que se dedicaban a Dios, y una de sus manifestaciones eran que hacían ropa para imágenes de talla, y cada cierto tiempo las mudaban), en ese afán, vemos a muchas mujeres hoy en día que solamente le piden a un hombre que les conceda un hijo, aunque ellas lo críen, lo mantengan, y lo eduquen sin que el hijo sepa quizás quién es su padre natural. Muchos niños hoy en día están creciendo al amparo de solamente sus madres o sus abuelos. Y ese, es un indicio del fin según nos indica Dios en Isaías.

Esta práctica se está volviendo cada día más popular, y no sólo es por culpa de la desesperación de las mujeres sino de factores como la economía (que muchos hombres se aprovechan y no quieren mantener a los hijos); de la política (por tanta guerra inducida por motivos ocultos y perversos, y que aniquila a una gran cantidad de seres humanos masculinos); y lógicamente, por el juicio de Dios. Busquemos a Dios todos los días, esperemos en Dios todos los días, y él simplemente hará lo que tiene que hacer. Meditemos. 

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