miércoles, 4 de abril de 2012

Prepárate para venir al encuentro con tu Dios.

¿Qué diéramos muchos creyentes porque el Señor en su inmensa misericordia nos dijera: "Hijo mío, prepárate para venir al encuentro con tu Dios"? Eso significaría que nos estaría diciendo: prepárate porque vas a morir.

¿Quién no se pondría a cuentas con el Señor? ¿Quién sería el insensato que se dedicara a la parránda y a la vianda, en lugar de meterse en su aposento secreto a prepararse espiritualmente para el encuentro con Dios? ¡Pues hubo un pueblo entero que lo hizo! Y lo sorprendente de todo, es que no era un pueblo cualquiera, no era un pueblo impío... era el pueblo de Israel. En Amós, vemos en el capítulo 3, cómo Dios le pregunta al pueblo de Israel: ¿Habrá algún mal en la ciudad, el cual Jehová no haya hecho? Y luego en el capítulo 4 enumera todos los males que manda, y aún así, el pueblo NO SE PREPARA. "Os hice andar a diente limpio" o sea los hizo pasar hambre(verso 6); "Os detuve la lluvia por tres meses" o sea los hizo pasar escasez (verso 7); "os herí con viento solano" o sea los hizo perder oportunidades; "Os envié contra vosotros mortandad" o sea los hizo pasar tristeza y angustia (verso 10)... MAS NO OS VOLVISTES A MI (verso 11).

¿Quién es el necio que dice que como Dios es amor no castiga? ¿Quién es el necio que dice que ningún mal viene de Jehová cuando es exactamente al contrario? ¿Quién es el necio que cree en la suerte, en la coincidencia, en la casualidad, pero que no cree en la predestinación de Dios? Jehová el Señor JURO POR SU SANTIDAD: he aquí vienen sobre vosotros días en que os llevarán con ganchos, y a vuestros escendientes con anzuelos de pescador (Amós 4:2).Meditemos.

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