miércoles, 18 de abril de 2012

¡Desde éste día te bendeciré!

Existen libros en las escrituras que leemos muy poco así sean tan cortos como lo es el libro de Hageo. En parte es quizás por la mala guía que tenemos de nuestros líderes que predican tan sólo del Nuevo Testamento, y nos han hecho creer o sentir que el Antiguo Testamento completo conforma la Ley de Moisés, y que por ello, ya está caduco.

La Ley está o estuvo conformada por los 5 libros del Pentateuco (Génesis, Exodo, Levítco, Números, y Deuteronomio), los otros libros son "históricos y/o proféticos" pero no son la ley, lo que nos comprueba que no están caducos. Pero bien, el hecho es que libros como Hageo tienen lecciones preciosas que obviamos por no estudiarlos o al menos leerlos. Este libro nos muestra cómo, un pueblo en situación económica difícil se dedica a construir sus casas de artesón, dejando a un lado la construcción del Templo de Dios porque no tiene fe de que Dios les proveerá lo suficiente para construirlo. Entonces Dios les reclama y le habla a Hageo para que sus palabras las dirija primeramente al gobernador de Judá, que es Zorobabel; y luego, al sumo sacerdote que es Josué; diciéndoles que tengan fe y que la inspiren al pueblo diciéndoles: "Mía es la plata, y mí es el oro... y la gloria postrera de esta casa será mayor que la primera" (Hageo 2:8-9); para luego sellar su promesa diciéndoles: "MAS DESDE ESTE DIA OS BENDECIRE" (Hageo 2:19).

¿Estamos en situación económica difícil? ¿Nos está faltando la fe, porque nuestros líderes no la inspiran en nosotros? Dios nos dice: "Yo soy el dueño de la plata y el oro; yo soy el dueño de los ejércitos; yo soy quien os visitará... MAS DESDE ESTE DIA OS BENDECIRE. Meditemos.

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