lunes, 18 de marzo de 2013

Venganza... cero.

"Tú eres el Dios que me ama, e irás delante de mí para hacerme ver la derrota de mis enemigos".
(Salmo 59:10).

El Rey David había comprendido al fín, luego de acrecentar su fe viendo cómo Dios le libraba vez tras vez del todavía Rey Saúl, que no era él quien debía tomar la justicia por su mano y mucho menos venganza. Ese es un excelente consejo para nosotros hoy que, en el hogar tenemos discusiones con nuestra pareja, que tenemos algún altercado con un hermano, que tenemos quien nos quiera mover la silla en el trabajo, etc.

No nos corresponde a nosotros hacer la justicia y tomar la venganza en cuanto se nos de la oportunidad, cuesta, no es nada fácil, pero por eso es que tiene un gran galardón cuando, pudiendo aplastar a nuestros enemigos les damos de comer si tienen hambre o les damos de beber si tienen sed. Esa fue la enseñanza también de Nuestro Señor Jesucristo. Venganza... cero.

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