sábado, 2 de marzo de 2013

El espíritu que agrada a Dios.

"Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado".
(Salmo 51:16).

Cuántas personas hacen vanas peregrinaciones aún a costa de su salud, para según ellos agradar a Dios. Sin embargo, no son esos sacrificios los que Dios quiere. El salmista lo dice clara y concisamente: "Dios NO SE DELEITA con sacrificios ni con holocaustos, sino con un espíritu que se doblega a él". ¿Qué significa eso? Pues cuando un borracho lucha contra la borrachera, está quebrantando su espíritu. Cuando un mentiroso lucha contra la mentira, está quebrantando su espíritu; cuando un adúltero o un fornicario, lucha contra el adulterio y la fornicación, está quebrantando su espíritu. Esa es la vida que agrada a Dios, no los vanos sacrificios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario