miércoles, 20 de marzo de 2013

El que peca morirá.

"Los padres comieron las uvas agrias, y los dientes de los hijos tienen la dentera".
(Ezequiel 18:2).

Este es un refrán que HASTA los días del profeta Ezequiel era de diario entre los israelitas, pues se pensaba que el pecado del padre TENÍA que pagarlo también el hijo. Fue esa, una de las razones por las cuales cuando Jesús se acercó al ciego de nacimiento algunos le preguntaban: ¿Quién pecó, éste o sus padres?.

Nos narra Ezequiel que quien pecare es quien tiene que pagar las consecuencias. Ahora bien, es lógico que si un hombre es ladrón y cae preso, su familia también acarriará la verguenza. Que si un hombre comete un pecado serio, también su familia será vista sobre los hombros. Pero eso, es delante de los hombres; delante de Dios, el castigo lo lleva y paga quien comete el pecado.

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