sábado, 23 de marzo de 2013

¡Bendito sea Dios!

" ¡Bendito sea Dios, que no rechazó mi plagaria ni me negó su amor!
(Salmo 66:20).

David, ya consolado por el Señor, escribe a todos los "temerosos de Dios" para contarnos: ¡Miren lo que Dios hizo por mí! ¡Bendito sea Dios, que cuando estaba necesitado, clamé a él en plegarias y no me rechazó, ni me negó su amor! Y, ¿por qué lo escribe?  Para que sepamos que lo mismo desea Dios hacer con nosotros y siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario