Siempre se cumple.

"Tal como lo he planeado, se cumplirá; tal como lo he decidido, se realizará"... ¿Si lo ha determinado el Señor Todopoderoso, quién podrá impedirlo?
(Isaías 14:24 y 27).

Dios nos creó a todos los hombres con un propósito, algunos tienen un propósito bueno (esos son los hijos de Dios), otros tienen un propósito malo (esos son criaturas de Dios) (vea Romanos 13:3). El papel de Adán y Eva era la reproducción humana, y ni la desobediencia y perder el Edén pudo evitarlo. El papel de Judas era traicionar a Jesús, y ni siquiera el caminar con Jesús por tres años y medio y poder hacer milagros lo pudo evitar. El papel de Pablo era llevar el evangelio a los gentiles, y ni la persecución constante de los religiosos pudo impedirlo. Todos tenemos un propósito bueno en Dios, si somos hijos; pero otros tienen un propósito malo pues tan sólo son criaturas. Pero lo que Dios ha determinado... siempre se cumple.