"Porque por precio fuistes comprados, no os hagáis esclavos de los hombres".
(1era. Corintios 7:23).
Tenemos un amigo que aprecia mucho su auto porque pagó el equivalente a 53,000 dólares por él; su casa, es una casa preciosa que tiene un valor equivalente a 1 millón de dólares; todos sus enseres y bienes son por ese estilo de valores, por ello, como dijimos al principio los aprecia mucho, los comparte con otros pero los aprecia y los cuida mucho. ¿Cuánto más no hemos de apreciar nosotros nuestra vida espiritual, cuando Dios el precio que pagó por ellas... fue la VIDA de su propio Hijo? ¿Cuándo las compró? Dice la escritura que: desde ANTES de la fundación del mundo (vea Romanos 8:29-30; Hebreos 4:3; Juan 17:24).
En la segunda parte del verso, “no os hagáis esclavos de los hombres”, comprendo que el mantenernos conscientes de nuestro gran valor nos da fuerza para tomar decisiones difíciles, muchas veces escogiendo no complacer a los hombres o buscar su buena opinión, sino el actuar de acuerdo a nuestra consciencia. Al actuar de esta manera conlleva a hacerse a veces hasta de enemigos de personas, pero esto no nos influenciara para hacer lo correcto. Bello pasaje para animarnos a caminar con la cabeza alta y para vivir una vida digna de un hijo de Dios cada día.
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