"De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino".
(Mateo 16:28).
Días después de haber hecho ésta declaración, Jesús se transfiguró en el monte ante 4 de sus discípulos, los hermanos Pedro y Andrés y los otros hermanos Jacobo y Juan. Pero ésta declaración sigue siendo verdadera hoy. Pues muchos de nosotros no hemos gustado la muerte y ya hemos visto grandes manifiestaciones de la gloria de Dios. Ciertamente no hemos visto al Señor viniendo en gloria, pero hemos visto grandes milagros; hemos sentido su potente presencia en momentos de angustia; le hemos conocido personalmente en momentos difíciles. Eso es también gustar los deleites de Dios sin haber gustado primero la muerte.
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