"Oh, Dios, nuestros oídos han oído y nuestros padres nos han contado".
(Salmo 44:1).
¿Cómo se enteraban las generaciones de judíos de lo que Jehová había hecho con sus antepasados? Pues simplemente los tatarabuelos les contaban a los bisabuelos; los bisabuelos les contaban a los abuelos; los abuelos les contaban a los padres; los padres a los hijos; y los hijos a sus hijos y a los hijos de sus hijos. ¿Qué les contaban? Nos dicen los versos siguientes: "Las proezas que Dios había realizado; que Dios lo había establecido; y que Dios era quien los había prosperado". Si nosotros no les contamos a nuestros hijos esas mismas proezas que Dios ha hecho con nosotros ¿De qué se llenarán los corazones de nuestros hijos, y todas nuestras generaciones futuras?
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