sábado, 9 de febrero de 2013

Por revelación o por trituración.

"Yo sé, que por mi causa ha venido esta gran tempestad sobre vosotros".
(Jonás 1:12).

Jonás, fue un profeta enviado por Dios, por revelación, a predicar a Nínive para que se arrepintieran pues la ciudad entera iba a ser destruida. Pero Jonás que conocía el corazón de Dios, se dijo a sí mismo: "Porque yo sabía que eres un Dios clemente y piadoso, y te arrepentirías de la destrucción por eso me apresuré a huir a Tarsis" (verso 4:2). Luego, conocemos la historia y vino una tormenta sobre la barca y Jonás fue echado al mar y sufrió la verguenza, esa es la trituración. En otras palabras, Jonás cumplió, como explicamos ayer, el propósito de Dios pero no por revelación sino por trituración. ¿Cómo cumpliremos nosotros nuestro propósito?

No hay comentarios:

Publicar un comentario