"Por hacer el bien, me pagan con el mal; por procurar lo bueno, se ponen en mi contra".
(Salmo 38:20).
¿Cuántas veces no nos sucede que cuando alguien, procurando nuestro bien, nos impone una norma, o nos exige límites, nos molesta? Esto es lo que el salmista nos está ejemplizando aquí. Cuando actuamos con insensatez, neciamente, o con ignorancia, no podemos llegar a entender nunca, repetimos, que lo hace por buscar nuestro bien y no por hacernos daño. No lo hace por dominarnos sino con el motivo de salvarnos de algo.
Siguiendo también el ejemplo de nuestro Padre y el que Jesús nos dejó, nosotros también sigamos haciendo el bien aún a los que no lo aprecian. Que Dios nos de la gracia de persistir en sus pasos haciendo el bien a todos sin desmayar, como somos amonestados a hacer en Gálatas 6:9-10 y nos libre del mal y de hacerlo.
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