viernes, 28 de diciembre de 2012

Todo hijo pródigo... termina comiendo algarrobas.

"Y deseaba llenar su vienre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba".
(Lucas 15:16).

La biblia nos narra la historia del hijo que se separó del padre por rebeldía, le denomina el "hijo pródigo". Nos narra la historia que por haberse ido en rebeldía desechando lo que el padre le daba, resultó deseando comer lo que comían los cerdos. El padre es una analogía de Dios; el hijo pródigo es una analogía del hijo que conociendo a Dios luego lo deja y se va en pos de otros dioses; los cerdos son una analogía de lo que el mundo nos proporciona; y las algarrobas (alimento dulce que se producía fuera de Israel (en Siria exactamente) es un ejemplo de los placeres del mundo, que por su aparente dulzura nos apartan del Padre, pero que luego se vuelven amargos por la verguenza que nos hacen pasar.

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