Bendecid a quienes os maldicen.

"Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian".
(Lucas 6:26).

Hace unos días nos enteramos del caso de un padre que abandonó a sus hijos y los dejó a su suerte, y por ello, fue duramente criticado. Luego nos enteramos de un hombre que no abandonó a sus hijos pero sólo quiere dar la mitad del sustento, y por ello, fue duramente criticado. Conocemos el caso de otro padre que ha dado todo lo que ha podido a sus hijos, muy a pesar de que éstos ya están mayores, y por ello, ha sido duramente criticado. ¿Las interioridades de cada caso, quién las puede saber sino sólo Dios? Pues la palabra dice: Misericordia quiero... y hoy nos reclama: Amad a vuestros enemigos, bendecid a quienes os maldicen.