Se multiplican los dolores.

"Se multiplican los dolores de aquellos que sirven diligentemente a otro dios".
(Salmo 16:4).

Muchas veces y muchas personas nos quejamos porque nada nos sale bien, y luego buscamos al culpable "fuera" de nuestros cuerpos. Pero si fueramos un poco más sabios entenderíamos que mucho sino todo de lo que nos sucede que creemos malo para nuestras vidas, es porque no servimos a Dios sino a otros dioses. El egoísmo, la idolatría, el odio, el rencor, los pensamientos oscuros, las malas intenciones, seguir nuestros propios planes y no los de Dios para nuestras vidas, etc. son otros dioses.