"Mis queridos hijos, les escribo estas cosas para que no pequen, PERO si alguno peca, tenemos ante el Padre a un ABOGADO, a Jesucristo, el Justo".
(1era. de Juan 2:1).
En todo juicio existe un Juez, un Fiscal y un Abogado. El Fiscal es el que acusa al reo para comprobar que es culpable; el Abogado es el que defiende al reo para demostrar que es inocente; y el Juez dictamena la sentencia. En lo Espiritual Dios Padre es el Juez; el diablo o satanás es el acusador de los hombres; y Jesucristo es el defensor de los crisitanos. Cuando el diablo o satanás acuse a los hombres Dios Padre dictaminará culpabilidad; pero cuando acuse a los cristianos, Jesús, el Justo, será su abogado defensor y Dios dictaminará salvación.
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