viernes, 4 de enero de 2013

Tiende tu mano.

"No te niegues a hacer el bien a quien es debido. Cuando tuvieres poder para hacerlo. No le digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, y mañana te daré. Cuando tienes contigo qué darle".
(Proverbios 3:27-28)

Cuando una persona cuenta su pena a otra "le está abriendo su corazón con respecto a su necesidad". Eso, no es casualidad, es un hecho ganado que la persona a quien le cuentan la pena tiene. Entonces, si alguien nos abre su corazón es porque "cree" tener consuelo en nosotros ¿cuál es la razón entonces, si tenemos la oportunidad de servirle, o de darle, o de caminar con ella, para no hacerlo? Tendámosle la mano al necesitado. Hoy es él, pero mañana podemos ser nosotros.

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