lunes, 7 de enero de 2013

Primero miel, luego hiel.

"Porque los labios de la mujer extraña destilan miel".
(Proverbios 5:3).

Salomón, el hombre que más sabiduría y riqueza ha alcanzado entre los mortales, nos dejó un legado de sabiduría y experiencia inigualable. Tuvo 700 esposas y 300 concubinas ¿quién entonces mejor para conocer a la mujer extraña?. Y por ello nos dice que nos cuidemos de la mujer extraña los hombres, y las mujeres del hombre extraño. Sabemos de casos cercanos a nosotros de hombres y mujeres que han perdido su más valioso tesoro, que son sus hijos y su familia, sin contar todos sus bienes, debido a la mujer y al hombre extraño. No sabemos de NINGUN caso de una persona que haya caído en el pecado del adulterio, que no pague una factura muy alta. Tanto la mujer como el hombre extraño, primero destilan miel pero al final destilan hiel.

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