sábado, 5 de enero de 2013

Escogidos y no escogidos.

"Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven".
(Lucas 8:12).

Jesús en su inmensa misericordia nos dejó bien claro el propósito de las parábolas: Las dijo para que los escogidos creyeran y para que los no escogidos no creyeran. Es duro, y a muchas personas les cuesta pensar que Dios eligió a unos y deshechó a otros, pues su palabra dice que no hace acepción de personas. Pero en muchas más escrituras él hace ver que unos son elegidos y otros no. Por ejemplo, dice: "De los que mi padre me dió, no se perdío ninguno, sino sólo el hijo de perdición". "Padre, aquellos que me has dado, yo quiero que estén conmigo, en donde yo estoy". "Nadie viene al padre si no es por mí". 

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